El debate sobre la necesaria reforma del mercado de trabajo y de las pensiones, nos muestra una vez más el sentido del humor de la casta gobernante y empresarial del Reino. Rubalcaba, unas horas después de firmado el contubernio con los agentes sociales, mostraba su satisfacción, afirmando con una sonrisa taimada, maliciosa, venenosa, que el acuerdo alcanzado beneficia a los más jóvenes, que gracias a los contratos temporales y a tiempo parcial, podrán acceder a un empleo remunerado.