Un breve balance: cientos de detenidos, multados, dos mutilados por pelotazos de goma, fracturas, apresamientos kafkianos empleando métodos viles, denuncias en falso, pavorosas amenazas televisadas de los poderes del estado, jueces que emplean la violencia preventiva, y tres activistas sociales encarcelados, siendo absolutamente falso todo cuanto les imputa la policía, como no podría ser de otro modo. ¿Por qué?