Por su interés pedagógico, por solidaridad con las desposeídas, comparto con ustedes esta reflexión sobre una condena judicial a dos trabajadoras agrícolas, pobladoras, recolectoras, habitantes del campo o como las prefieran llamar. Más me ha llamado la atención el caso, cuando tras leerme la sentencia, el juez resulta que es un tipo joven que va de progresista concienciado, y da conferencias con una chaqueta blanca y pulseritas, sobre el tema de Violencia de Género en escuelas y entes públicos. Un fantoche increíble de verdad, un mamarracho con estética que mejor ni os cuento. Algo espantoso, aunque tenga que haber de tó en esta vida. Pido que compartan en las redes y muestren apoyo, ya que por lo que sea estoy bloqueado y no me llevo bien con la tecnología moelna.