Buenos deseos para 2015, año electoral
Cuando me preguntan que qué me parece toda esa gente de nuevos partidos que se tiran hasta las tantas viendo vídeos de candidatos, respondo que me parece debuten. Que florezca la ilusión en las instituciones, es como la llegada del meteorito de Arizona cada 50.000 años: algo periódico, estacional, cíclico, maligno e inevitable.
Pero soy positivo. En mi opinión, el trasvase de militancia a los partidos beneficia al anarquismo, ya que deja desierto el campo del activismo. Queda en él quienes nos creemos de verdad, que los males sociales los tiene que arreglar el pueblo.
Bueno, es cierto que con las deserciones se quitan fuerzas de la calle y se abandonan posiciones estratégicas. Sí. La prensa y la televisión no muestran la efervescencia de 2011. Todo parece más mustio y desolado que entonces, cuando las manifestaciones gritaban que “no nos representan”, y los diputados tenían que acudir disfrazados al parlamento.
Pero, oye, que si las posiciones las abandonan…, tú puedes ocupar el hueco. Que miles de activistas bienintencionados se dedican a sus maquinaciones en política institucional…, pues ahora es el momento de coger tú la mecha humeante, hacerte con la pieza abandonada y cargarla de metralla (1). No tienes excusa.
Por eso, como mensaje de Fin de Año, todo anarquista que se precie de serlo, o de no serlo, debería federarse con sus afines, definidos no por sus ideas, si no por sus actos. Y ello en un proceso, de abajo hacia arriba, etc., dejando a un lado las pequeñas manías de cada cual (2).
¿Y sobre qué base asentaremos unión? Pues sobre la de la estrategia y la acción: una acción social, asamblearia y todo eso, que incluya a mucha, mucha gente que puede ver con simpatía la práctica libertaria. Bienvenida la gente imperfecta a la organización imperfecta. Reconozcámonos en nuestra inferioridad moral. Mejor muchos mal organizados, que pocos muy bien organizados o sin organizar. ¿Y la estrategia? Pues implica hacer un plan, ver los medios, buscar el camino y llevarlo a cabo. Fácil.
Ello tiene, naturalmente, el inconveniente de relacionarte con gente que no llega –posiblemente– al riguroso nivel de coherencia que tú exiges a los demás. Pero piensa también que el sacrificio de tus colegas a la hora de aguantar tus neuras, tampoco es moco de pavo. Recuerda: mientras mayores sean tus exigencias en materia de moral, costumbres y ética, más pequeño será el círculo de tus actividades, ya que ni tu madre podrá aguantarte por mucha calidad que tengas (3).
Así pues hagamos todos un gran esfuerzo para dejar a un lado lo primordial, centrándonos más en la solución práctica y secundaria de los problemas cotidianos. Desde primeros de año, todos o todas a organizarse. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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NOTAS
(1) Antes de que algún representante del Estado piense que incito a la violencia terrorista, le aclaro que la imagen metafórica que evoco es la de Aurora Bautista defendiendo la plaza de Zaragoza de los franceses, rodeada de patrióticos difuntos.
(2) Hay anarquistas que son mu maniáticos.
(3) La gente de mucha calidad, suele ser muy obsesiva con las cosas de los principios, salvo cuando los incumplen ellos.
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Comentarios
Las moscas y la calle...
Lo que menos podía esperar, querido acrato, es encontrar entre tus buenos deseos para el 2015 la incitación a seguir el ejemplo de Aurora Bautista "defendiendo la plaza de Zaragoza de los franceses, rodeada de patrióticos difuntos"; pues, mira por dónde, me has retrotraído al final del año 1957 en que, con el nombre de Ricardo Vaca Vilchis, le hice a Aurora una entrevista en Madrid para un periódico (EL ZÓCALO) mexicano.
Pues bien, si tu llamado a organizarse es para seguir ese ejemplo, aunque sea metafóricamente, lo suscribo de inmediato; pues comparto tu opinión de que es el momento de ocupar el terreno abandonado por los "miles de activistas bienintencionados" que ahora están corriendo hacia el "panal de rica miel" de la "política institucional" como "las moscas" de Samaniego.
Ocupar el terreno para proseguir gritando el “no nos representan” y obligar a los diputados (a los de la casta y también a los nuevos) a "acudir disfrazados al parlamento". Pues, aunque ahora "todo parece más mustio y desolado" en la calle, la situación social del país y del mundo sigue siendo la misma y no es el voto que la cambiará.
Abrazos
¿Tú eras Ricardo Vaca? Nada
¿Tú eras Ricardo Vaca? Nada menos y nada más, que hablando con Aurora Bautista, a fines de 1957.
En esta vida, no solamente podemos quitarle terreno al enemigo. Siempre podemos ocupar el terreno de los amigos, que circunstancialmente desocupan su posición. Y si tienes a ambos lados tres kilómetros de trinchera vacía, a derecha y a izquierda, sin retaguardia, hay que intentarlo. Puede hacerse.
Que todos tengáis, mil años de vida.
Para despistar y...
... y a Juan Antonio Bardem, que había hecho la película Muerte de un ciclista !!! Lo de Aurora era para despistar y justificar mis andanzas "periodísticas" en la España de finales de 1957.
Sí, podemos hacerlo... pese a que Podemos se obstine en dejar todas las trincheras vacías en su conquista de lzs Instituciones.
Abrazos y salud en el tiempo por venir
ABANDONO y HUÍDA HACIA ADELANTE
Leo tus jurásicas entradas cuando algún compañero me remite alguna, no me da para consultar webs asiduamente. Las “trincheras”, para mí, no están en la red, aunque allí se escuche el eco de la metralla y ello provoque reacciones varias, como sucede siempre en la retaguardia, donde ciertamente no cabe dejarle hueco al quintocolumnismo.
Pero al lío. De una primera lectura me pareció concordar en lo que dices salvo alguna cosa que me interesaba puntualizar. Puesto a ello y después de cerner la entrada en relectura observo en el cedazo bastante más “ponxa” –cascarilla o deshecho que queda en el tamizado, que llamamos por aquí-, más matizaciones de las previstas, con lo que el concordato queda reducido a un par de las ideas generales de las que partes.
Tal, por supuesto, la situación que provoca tu entrada y que, como dice Alberola, deja un “terreno abandonado por los “miles de activistas bienintencionados” que ahora están corriendo hacia el “panal de rica miel” de la “política institucional” como “las moscas” de Samaniego”
O que, como también se dice por aquí “cuanto menos bultu, más claridá”, lo que nos permite, además del recuento de fuerzas, atalayar mejor los límites y características de la posición real que ocupamos y así, tomando cuenta de fuerzas y posición, decidir lo conveniente: mantener y reforzar, solidificar la posición o vislumbrar la ruta que nos permita avanzar.
Particularmente pienso que en estos tiempos lo que conviene es lo primero, aunque preferiría que tuviéramos capacidad para lo segundo, porque como también dice Octavio “la situación social del país y del mundo sigue siendo la misma y no es el voto que la cambiará”, y es una situación tan indigna y dramática que urge trastocarla, y no quedarnos en “ocupar el terreno para proseguir gritando” . Pero para tener energías para “puxar”, empujar y hacer retroceder, para derrocar el Régimen, necesitamos PARAR, para respirar, para tomar “fuelgu” -aliento, ánimo, valor- y mirar, estudiar, analizar, para VER. Son tiempos de PARAR, sentarnos, hablar, exponer y confrontar. Es lo que debemos trasladar a quienes, sin la firmeza necesaria para controlar la ansiedad, abandonan en una huida hacia adelante hacia el precipicio, como bien se sabe. Porque como bien dices, estos no dejan de ser “amigos, que circunstancialmente desocupan su posición” y hemos de procurar que esa “circunstancia” les retenga cuanto menos tiempo, mejor, y retornen a ocupar la posición. Quienes sean capaces -y ello depende en buena medida de quienes seguimos sosteniendo la posición- retornarán con mayor claridad, ya no serán mero bulto.
Y es aquí, abordado lo que a mí me parece “lo primordial”, donde cabe considerar los matices a lo que expones que, aunque secundarios quizás, tienen su importancia. Y es que para empezar, no conviene conformarse con tantos kilómetros de trinchera vacía, si podemos hacer algo por evitarlo. Porque “oye”, dudo mucho, pero mucho “que si las posiciones las abandonan…, tú puedes ocupar el hueco. Que miles de activistas bienintencionados se dedican a sus maquinaciones en política institucional…, pues ahora es el momento de coger tú la mecha humeante, hacerte con la pieza abandonada y cargarla de metralla” y menos, seis kilómetros de trinchera vacía y, pa más inri, sin retaguardia. Un poco “desagerao” ¿no?, por muy “positivo” que seas, por buenos que sean tus deseos, dudo pero mucho, que tú puedas ocupar el hueco de miles de activistas; porque hablamos de activistas ¿no? o te refieres a teóricos del activismo..., aunque ni así, como no confundas a un teórico con un “falancies” que habla sin ton ni son, y aun son muchos los miles a sustituir. Ni tú, ni todos los tus impersonales que quieras. Nadie es imprescindible, cierto, pero todas somos necesarias, así que hemos de procurar, lo primero, que las circunstancias se lleven a los menos. Porque todas estamos inmersos en circunstancias que malamente nos permiten sostener nuestra posición y no abandonar, cuanto más pretender que seamos capaces de ocupar las abandonadas. Uno intenta dotarse de multiplicidad -contando con el apoyo mutuo y la moral compañero, por ejemplo- pero humanos somos y la divina ubicuidad nos es inaccesible. Uno puede estar donde no está nadie, pero no en todas partes donde no hay nadie; puedes intentarlo pero lo más cierto es que acabarás por no estar en ninguna. Yo pienso que no puede hacerse, por muchos mil años que nos desees, que las intenciones no bastan para alcanzar nada. Deseos, posibilismos. No sé, ese que sí se puede, que podemos, me produce cierta urticaria. Y por cierto, aprovecho, porque la indeterminación de esa pudiente expresión me solivianta, remito a quien interese a “radioqk.org” y busque la entrada “PODEMOS, puede. Pero ¿QUEREMOS? ¡QUÉ!” en la que repaso el asunto y se pueden escuchar un par de programas de “El Muxicu”, que realizo, sobre el “fenómeno”.
Entrando en las pequeñas manías de cada cual y aunque pienso que las personitas y su conformación fisico-neural son bien secundarias, soy del criterio que mejor muchos y bien organizados, en su defecto, pocos bien organizados, pero nunca muchos mal organizados, porque el sin dios es tal que se papea todas las energías, en todo caso muchos sin organizar que se den el tipo de organización que consideren.
Finalmente, la cuestión del sostenimiento de los principios éticos no me parece baladí, menudencia secundaria. La exigencia de coherencia no significa intransigencia, como pareces indicar. Sin asumir las consecuencias de lo que uno hace -lo que es un patrón cultural y socialmente extendido porque así le interesa al Poder ya que la arbitariedad es uno de sus principales fundamentos para escapar a las responsabilidades de sus actuaciones- ¿qué calidad tiene lo hecho? Que alguien se preocupe "con las cosas de los principios" no supone obsesión, se trata de coherencia, de seriedad. O estamos o no. No se pueden acordar unas pautas de actuación para luego pasárselas por el arco de la tolerancia más laxa cuando no se tienn los arrestos necesarios para arrostrar las consecuencias que los acuerdos exigen. Es una falta de respeto total para el compromiso, el esfuerzo y el tiempo que los demás dedican a algo en base a haber acordado previamente que ese algo tiene unas pautas de actuación para ser abordado. Nada, pero nada, tiene que ver la coherencia con el autoritarismo, las obsesiones, las neuras y demás comportamientos, que si alguien puntualmente pudiera manifestar no tiene porqué derivarse de la exigencia de respeto al compromiso.
No tengo deseos buenos para el año, primero porque el 1 de enero es un nuevo día como el 27 de marzo, por poner, y el continuo acontecer de la naturaleza no sabe de calendarios que lo mistifiquen, y luego porque la realización de nuestras aspiraciones no depende de nuestro deseo, sino del esfuerzo y el acierto que pongamos en construirlas. Así que, al lío. Salud y acierto,
Cada vez que gelin hace un
Cada vez que gelin hace un comentario, un burro siente retortijones de estómago.