Cuando me preguntan que qué me parece toda esa gente de nuevos partidos que se tiran hasta las tantas viendo vídeos de candidatos, respondo que me parece debuten. Que florezca la ilusión en las instituciones, es como la llegada del meteorito de Arizona cada 50.000 años: algo periódico, estacional, cíclico, maligno e inevitable.
Pero soy positivo. En mi opinión, el trasvase de militancia a los partidos beneficia al anarquismo, ya que deja desierto el campo del activismo. Queda en él quienes nos creemos de verdad, que los males sociales los tiene que arreglar el pueblo.
Bueno, es cierto que con las deserciones se quitan fuerzas de la calle y se abandonan posiciones estratégicas. Sí. La prensa y la televisión no muestran la efervescencia de 2011. Todo parece más mustio y desolado que entonces, cuando las manifestaciones gritaban que “no nos representan”, y los diputados tenían que acudir disfrazados al parlamento.
Pero, oye, que si las posiciones las abandonan…, tú puedes ocupar el hueco. Que miles de activistas bienintencionados se dedican a sus maquinaciones en política institucional…, pues ahora es el momento de coger tú la mecha humeante, hacerte con la pieza abandonada y cargarla de metralla (1). No tienes excusa.
Por eso, como mensaje de Fin de Año, todo anarquista que se precie de serlo, o de no serlo, debería federarse con sus afines, definidos no por sus ideas, si no por sus actos. Y ello en un proceso, de abajo hacia arriba, etc., dejando a un lado las pequeñas manías de cada cual (2).
¿Y sobre qué base asentaremos unión? Pues sobre la de la estrategia y la acción: una acción social, asamblearia y todo eso, que incluya a mucha, mucha gente que puede ver con simpatía la práctica libertaria. Bienvenida la gente imperfecta a la organización imperfecta. Reconozcámonos en nuestra inferioridad moral. Mejor muchos mal organizados, que pocos muy bien organizados o sin organizar. ¿Y la estrategia? Pues implica hacer un plan, ver los medios, buscar el camino y llevarlo a cabo. Fácil.
Ello tiene, naturalmente, el inconveniente de relacionarte con gente que no llega –posiblemente– al riguroso nivel de coherencia que tú exiges a los demás. Pero piensa también que el sacrificio de tus colegas a la hora de aguantar tus neuras, tampoco es moco de pavo. Recuerda: mientras mayores sean tus exigencias en materia de moral, costumbres y ética, más pequeño será el círculo de tus actividades, ya que ni tu madre podrá aguantarte por mucha calidad que tengas (3).
Así pues hagamos todos un gran esfuerzo para dejar a un lado lo primordial, centrándonos más en la solución práctica y secundaria de los problemas cotidianos. Desde primeros de año, todos o todas a organizarse. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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NOTAS
(1) Antes de que algún representante del Estado piense que incito a la violencia terrorista, le aclaro que la imagen metafórica que evoco es la de Aurora Bautista defendiendo la plaza de Zaragoza de los franceses, rodeada de patrióticos difuntos.
(2) Hay anarquistas que son mu maniáticos.
(3) La gente de mucha calidad, suele ser muy obsesiva con las cosas de los principios, salvo cuando los incumplen ellos.