En torno a la ley trans

Han aprobado la Ley Trans, y quería hacer un comentario, porque en una conversación me dicen (con absoluto convencimiento) que la gente se hace trans «por moda». No pretendo ofender a nadie, ni entrar en una discusión interminable. Se trata de una simple opinión personal, basada en mi minúscula experiencia. Quería comentar algo de un conocido que hizo el cambio de mujer a hombre, o sea, un trans-hombre por resumir. 

La persona a la que me refiero, a la que llamo Nick Cravat, antes del tránsito, era una persona que sufría mucho. Pero que mucho. No se aceptaba, verse ante el espejo le resultaba insoportable, lo pasaba fatal, estaba de los nervios. Yo no lo entendía. Me parecía absurdo. Pero el sufrimiento era muy real. Y es que el sufrimiento ajeno, es siempre eso: ajeno. Entenderlo es complejo. Así que le acompañé en esa especie de pista americana de obstáculos que es la Seguridad Social. 

Este es el resumen de lo que le pasa una mujer cuando quiere hacer la transición a varón:

Fuerza la menopausia con las hormonas masculinas. Y la menopausia es una época bastante molesta para algunas: se me ocurren sofocos, nerviosismo, sudor nocturno, insomnio, sequedad vaginal, mal humor, engorde… Como tengas mala suerte, la menopausia es muy pesada. Habrá mujeres que lo pasen bomba, no digo que no, pero otras me temo que no.

A continuación las grasas se le distribuyen por el abdomen. He visto a trans-hombres que tienen una pinta de hombres gordos con granos en la cara, que no son precisamente modelos de alta costura. Los que se cuidan, se pasan la vida haciendo dietas y deporte o en el gimnasio. Allí tienen que ir con tiento por la cosa del pudor. Mientras que todos los tíos se duchan en pelotas o entran en bolas en la sauna, ellos tienen que ir con bañador, ya que la reconstrucción del pene… No es nada aconsejable. De momento así es. 

En fin, resumo, con las hormonas masculinas: menopausia, humor de perros a veces. Incremento de la posibilidad de tener un cáncer de ovarios (mortal en general). Osteoporosis. Fracturas, problemas dentales… Se te va la regla, pero te pueden aparecer alteraciones en la vagina. Por un lado te crece el clítoris. Pero por otro te puede aparecer sequedad vaginal, sangrado tras coito, dolor vaginal, prurito genital, sensación de ardor al orinar, urgencia en las ganas de hacer pipí, tener que ir al bate montones de veces o tener infecciones de orina una y otra vez. No necesariamente, pero puede pasar. Tienes que cuidarte la vagina, tratarla con ungüentos y probióticos, la vulva que se puede atrofiar, o sea, que hay que cuidarse, los huesos, los dientes, la vulva, la vagina, etc. 
Llegado a este punto la persona trans tiene el aspecto de un hombre, y luego si da el paso siguiente para la cirugía, viene la lista de espera para hacerse la histerectomía y la mastectomía. Eso puede tardar años, porque como la transexualidad no es una enfermedad, sólo puede hacerse en la Seguridad Social como profilaxis: prevención de trastornos peores, como cáncer de ovario, de útero, de mama, o una depresión de camello. Ya pasaba antes, pero el COVID impuso, o digamos que la Administración hizo que, cualquier programa preventivo que no fuera de demostrada eficacia (como la vacunación en niños), pasaba a la cola de todo: los programas contra la hipertensión, vejez saludable, hasta la vacuna del papiloma se está dejando de poner. 

En resumen, que yo no conozco ni a un solo trans-hombre, ni directamente ni casos que me hayan mencionado, que sea menor de edad y se haya operado por moda. Todos ellos son adultos mayores de edad. Y alguno ha tomado la decisión con más de cincuenta años.

¿Y a qué viene esto? Cuando a mí me dicen que hay niñas vírgenes que quieren hacer la transición a hombre por capricho o por moda…  Ponerte un pircin, vale. Horadarte el clítoris, vale. Teñirte de verde, vale. Tatuarte al Camarón en el abdomen, vale. Pero: tomar testosterona (no sé por qué el énfasis en lo de la virginidad), sufrir la menopausia, pasar por el campo de minas de la Seguridad Social para operarte, hacerte la histerectomía y la mastectomía, tomar el aspecto de hombre y seguir con la vagina… 

Eso que se dice de que es «por moda»… La verdad, no sé yo, me parece. Me parece que no es cosa de moda, y que hay que estar sufriendo mucho para tomar esas decisiones.