Sobre Principios, Coherencias y Finalidades

Ahora que está acabando 2022, me gustaría hacer una reflexión sobre coherencias, principios, finalidades y todas esas cosas.
La coherencia sería una norma de acción: hacer lo que se dice; los principios serían lo sagrado; las finalidades pues serían… yo qué sé, pues el final de todo, como la muerte o algo así. Eso es. Ahí va. Lo de las finalidades me queda claro, por lo tanto.
Lo de la coherencia es más difícil. Pensaba que era algo de herencias compartidas, y cuando murió el padre del secretario fui a por mi parte, pero no. Me lo explicó con paciencia. La cuestión es que hay que hacer lo que uno dice para ser coherente. O sea, que si no dices nada… ¿eres coherente? Más vale estar callado por lo tanto. También a veces me explican que si crees en algo, para ser coherente tienes que cumplirlo. Si no lo cumples, no eres coherente. Eso me dicen los anarquistas más conspicuos.
Por ejemplo, si no creo en la política, no puedo votar, porque estaría creyendo en los políticos, pero… ¿Y si voto y no creo en los políticos? Yo recuerdo que una vez comulgué en una boda, porque por despiste en la Iglesia me puse en una cola, llegué donde el cura y por puro corte me tragué la hostia, así como mi sobrina que iba de mi mano y no había hecho la comunión. Es decir, que comulgué y seguí sin creer en los curas… Yo diría que fue coherente en mi caso. En el de mi sobrina no sé, porque se cogió un cabreo conmigo que no veas, porque decía que había visto al Santo Espíritu. ¿Y qué pasa entonces con toda esa gente que no cree en los políticos y vota, porque es lo que hay, o por coger las horas del trabajo?… ¿Y los abstencionistas que creen en los políticos pero no votan porque ese día tienen que ir a la playa? ¿Y los millonarios que no creen en la política, y por lo tanto no votan, son coherentes? Pues vaya mierda que es la coherencia.
En fin, que es complejo eso de la coherencia, tal como lo explican los anarquistas, no le veo ningún sentido. No me convence. Porque –por cierto– una vez que voté por ver qué se sentía, y otra vez que voté por un amigo al que no le votaba nadie, inmediatamente mis amigos anarquistas me dijeron que había dejado de ser anarquista. Son cosas extrañas, la verdad. Dicho sea de paso, es cierto que en esas dos ocasiones que voté por ver cómo era eso, anarquista no sé si dejé de serlo un rato (ya no hubo más elecciones en unos años), pero sí que me sentí como un gilipollas.
Lo de los principios sí que parece como más claro. Son los comienzos de lo que sea. Yo tengo mis principios…, en el día de mi nacimiento. No recuerdo ni el pijo de eso, pero por lo que me dicen, fue un episodio más bien mucoso y sangriento. Mi madre chillando en casa dos días. Hasta la matrona usó un fórceps que me dejó un bollo en la coronilla. Así pues, no quiero ver mis principios ni en pintura.
Entonces… ¿qué es para mí el anarquismo? El anarquismo es la expresión pura del «haz lo que quieras, y no lo que debas, si puedes». Ojo, eso es para mí. No quiero decirlo muy fuerte, lo hago aquí en secreto, porque si no luego empieza la gente a imitarme, y eso menoscaba mi originalidad.
Por eso cuando me vienen con películas de coherencias, principios y finalidades, siempre les respondo que el día que los anarquistas hagan un Congreso Mundial, y establezcan una lista de deberes y obligaciones necesarias para ser anarquista, a mí por lo menos me tendrán como disidente. Que esto de la anarquía, yo me lo tomo muy en serio.
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Comentarios
Se nos acaba el añoooo, y yo con estos rizos!
Este parece un texto que se complementa con el que le sigue sobre "anarcopesimismo", como si se tratara de una antología para justificarnos. Vivimos unos tiempos en los que evitamos tanto la complicidad, que podemos sentirnos juzgados por las palabras de lxs demás, y eso no debería de traducirse en el menosprecio de quienes las verbalizan, sino en la reflexión sobre lo que dicen y cómo nos afecta, a la vez que puede ser un momento propicio para hacer autocrítica y repensar sobre ello.
No conozco a nadie con legitimidad como para ir diciendo quien es o no es anarquista, lo que sí que es posible, es determinar qué actitudes y actos no tienen cabida entre anarquistas, y una de ellas podría ser la de quienes se sienten con la autoridad para ir expulsando a unxs y otrxs de la inaccesible "anarquía".
En mi nada modesta opinión, las cosas comienzan cuando se pretende incluir actos, acciones o actitudes autoritarias y se aluden como si fueran anarquistas. En anteriores comentarios puse algunos ejemplos como un compañero anarquista disculpaba a las instituciones, diciendo que lxs anarquistas nunca habían estado en contra de ellas, sino de los Estados. Y eso lo manifestaba después de hacer un breve recorrido curricular, sobre los cargos que había desempeñado en alguna organización anarcosindicalista.
También comenté que grupos anticarcelarios que se reconocían como anarquistas, acababan desarrollando actividades limitadas al apoyo de las personas presas o haciendo propuestas en las prisiones, para las personas presas. No me gustaría que se me malinterpretara y por ello debo anticiparme expresando que no estoy diciendo que no se deban hacer hacer, sino que no se pueden reivindicar o considerar como anarquistas, sino tal vez como reformistas o "humanitarias", teniendo presente qué es eso del reformismos y el humanitarismo. Si hubiera anarquistas que pretendieran reformar las prisiones, sinceramente no lxs conozco y es sólo una hipótesis, tendrían que tener muy claro que no deberían de plantear esas actividades asistenciales como propuestas anarquistas, sino como lo que realmente son. La lucha contra las prisiones no puede mantenerse al margen del apoyo a lxs compañerxs anarquistas presxs o a quienes desde dentro se enfrentan a la institución carcelaria, pero si se centra en la actividad asistencial olvidando su finalidad esencial, deja de ser anticarcelaria para ser exclusivamente humanitaria.
Quiero decir que por votar, no se deja de ser anarquista si alguien siente que lo es, pero ese no es un acto anarquista, sino de amistad o para corresponder cualquier otra cuestión, aunque tampoco sería honesto votar por creer que el sistema se puede cambiar desde dentro, para luego reconocerse anarquista.
Tampoco sería posible ser cada 3 minutos anarquista y cada 2 minutos cualquier otra cosa, pero esa es la cruda realidad en la que nos encontramos todxs lxs que no vivimos en un contexto anarquista. Hay quienes afirman que no existen anarquismos, sino anarquistas. Puede que estén en lo cierto, o por lo menos así me lo parece en parte; pero en nuestro contexto occidental, todx anarquista se encuentra sometido a tremendas contradicciones en un mundo enajenantemente capitalista en donde se nos somete a infinidad de engaños, como por ejemplo, "votar por amistad". La amistad no se entiende si establece o crea un reclamo. Es algo que surge desde dentro sin condicionamientos morales ni deudas. Quien exige o demanda, no lo hace por amistad, sino por cuestiones como la autoridad, la necesidad o hasta la dependencia. Al estar en un mundo cuyo sistema se dedica a podar los espontáneos brotes de libertad, acabamos asumiendo muchas cuestiones que van en contra de nuestras libertades, limitándolas, hasta el punto que, por temor a las consecuencias, obramos cuidando nuestra integridad física y emocional y asumiendo por imperativo legal, tantas contradicciones. Lo importante, desde mi punto de vista, es plantearnos cómo subvertirlas siempre que nuestra vida no entre en grave riesgo. También puede que haya quienes decidan llevar sus actos y acciones hasta las últimas consecuencias, en nombre de todos esos principios, finalidades y coherencias, y su actitud y actos se revisten de todas esas cualidades, aunque luego las desvirtuemos infladas de épica. No hay épica en mantenerse firme, sino convicciones fuertes que en ocasiones nos llevan a no querer pasar un momento más, bajo el arco de ciertas imposiciones.
No me gusta ejemplarizar ni ser ejemplarizante, pero sí que me cuesta mirar hacia otra parte cuando un compañero o compañera decide asumir una posición de radical rebeldía frente a la brutal imposición. No voy a recurrir a distanciarme mentando hechos históricos conocidos o desconocidos, sino actuales y frente a los que la inmensa mayoría de las poblaciones sólo asistimos como meros espectadores o con total indiferencia, y sólo unxs cuantxs, actúan desde el accionar directo y solidario, frente a la brutalidad y los crueles excesos del sistema. Me refiero concretamente a Alfredo Cospito y a Anna Beniamino, aunque podía mencionar a más compañerxs anarquistas (Mónica, Francisco, Gabriel, Toby, Ivan, Juan, Claudio, Thomas...) La situación de Alfredo es claramente reveladora. Condenado a cadena perpétua, como si fuera poco, se le aplica además el castigo del 41 bis, de manera que lo dejan completamente aislado e incomunicado "sine die". Frente a ello no hay recurso posible de apelación porque la Ley, en complicidad con Estado italiano y el sistema "memocrático" europeo de los "torcidos humanos", es quien le condena. Alfredo podría "aceptar" pasar el resto de su vida sosteniendo las telarañas del rincón de su celda y respirando sus humedades, pero nunca dio la espalda a la lucha de frente contra el sistema. He ahí el aviso, no sólo contra Alfredo, sino contra todo el movimiento anarquista. Alfredo ha decidido llevar la lucha al campo de batalla de su cuerpo y hasta las últimas consecuencias. Estoy convencidx que conoce cuales son las terribles consecuencias de esa decisión cargada de principios, finalidades y coherencias. Me parece que banalizar sobre quienes asumen con decisión sus convicciones de la manera más honesta, no es reírse de un mismx, sino una actitud impostada de aquellxs que justifican su total superficialidad, sin entender que aunque estemos inmersos en una totalidad de contradicciones que no podemos superar, hay quienes sí deciden hacerlo o cuando menos intentarlo. Llámale fortaleza, coraje, determinación, coherencia... No podemos disfrazar las distintas formas del miedo que nos habitan muy dentro, pretendiendo ridiculizar a quienes lo han espantado.
Rosa Parks no fue una mujer negra, irracional y temeraria, que ingenuamente se dedicó a ocupar el asiento destinado para los blancos. Era muy consciente de lo que hacía. Las mujeres de Irán que protestan no son "descerebradas", sino personas que llevan tantos años sometidas a tales desigualdades y humillaciones, que han decidido mirar a los ojos del abismo devorador de sus identidades y prender fuego a los velos que las cubren. Las consecuencias, todavía de magnitud desconocida, no deja la menor duda que a muchas mujeres, y hombres, les comportará humillación y muerte por la subversión que simboliza mostrar en público sus cabellos. Alguien podría pensar que es una irracional temeridad poner sus vidas en riesgo por semejante "tontería", pero quienes así piensan o es porque llevan tanto tiempo sometidxs a leyes absurdas, que ya no distinguen entre dominación, domesticación y libertad, o porque son elementos perfectamente adaptados a las estructuras de un sistema que nos impregna hasta las médulas. Es decir, enajenadxs, institucionalizadxs.
Para ir concluyendo, lo que incoherente aunque conscientemente significa que me voy a extender algo más, no quisiera pasar de largo sobre la historia de la iglesia (con minúscula) y, desde luego, sin "hacer cola del toro estocado". Hay mil maneras de justificar las incoherencias, y disfrazarlas de coherentes, solo que a veces cuesta creerse que alguien entra por "accidente" en una iglesia. Es como al PPablo pillado en una misa por Franco y "disculpándose" diciendo que lo desconocía. Fuese por quien fuese el oficio religioso, boda o caudillo, lo sustancial es el afecto por una confesión religiosa. Se puede entrar en las catedrales por curiosidad, para admirar su arquitectura o para sentir la experiencia del sobrecogimiento de Stendhall. También se puede hacer por compromiso, por no molestar a quien quieres o por cristiana piedad, como "votar por un amigo al que no le votaba nadie", pero estar tan descolocado como para entrar en una iglesia donde se oficia la boda y hacer cola para "invitar" a la sobrina a que pruebe a qué saben las hostias consagradas, se le puede calificar de muchas maneras, pero no de coherencia. Habría sido más coherente vomitarla y caer al suelo fingiendo espasmos y convulsiones gritando, "¡están envenenadas...!" o hacerles creer que eres alérgico al glúten.
Lo que subyace debajo de todas las creencias religiosas, no es creer o no creer en los curas, sino creer en algo a través de lo que se nos pueda someter e introducir ideas y sentimientos como el de culpa, pecado, condena eterna, salvación, paraíso, resurrección, magia, poderes, milagros, vergüenza, etc... No importa si en lo que se crea o descrea, es dios, diablo o energías, a fin de cuentas, todas son partes complementarias de una misma variedad de falsas historias y diciendo esto no pretendo subestimar a quienes creen, sino señalar otros mecanismos más de dominación. En mi experiencia personal en distintas perspectivas de la salud mental, he visto que son muchas las personas diagnosticadas que tienen algún tipo de creencia, digamos religiosa, desde el clásico dios a fuerzas sobrenaturales, entidades poderosas, energías esotéricas, posesiones, seres de luz o superiores, etc. No recuerdo a nadie que haya manifestado que no creyese en nada y que todo fuera una farsa, tal vez porque a eso se le podría considerar otro síntoma más de su lúcida locura.
Leghitimidad paaara...
Según dices, nadie tiene legitimidad para decir si alguien es o no anarquista. Pero afirmas que sí que es posible determinar qué actitudes y actos no tienen cabida entre anarquistas... No sé por qué. Si no es legítimo definir a las personas y etiquetarlas, ¿por qué va a ser posible poner etiquetas a sus acciones? ¿Eso sí es anarquista? ¿Con cuál baremo? Eso de andar diciendo lo que es y lo que no es, en mi experiencia, a lo que lleva es a chinchorreos, cotilleos, dictámenes sumarísimos y autos de fe dirigidos por la anarkisición libertaria, que por si fuera poco se rige en buena medida por la ley del embudo: estrecho para los demás, y de boca ancha para el evaluador y sus amistades. Y conlleva a unos bochinches y peleas que no las entiende ni el que las ha escrito. Alguien se entera de "algo no anarquista", y va disparado a contarlo con su asambea hasta las tantas, faltaría más, a ver qué se hace con fulanito o con fulanita. Y si no se hace lo correcto (lo que dice el evaluador), se vuela el invento hasta que se va todo dios, aburrido.
Te planteo otro problema: la mitificación. Alfredo Cospito, por lo que he leído en esta página y en la de la CGT (https://rojoynegro.info/articulo/el-anarquista-italiano-alfredo-cospito-cumple-dos-meses-de-huelga-de-hambre/), está en huelga de hambre para que le quiten el régimen de aislamiento brutal a que es sometido en medio de una condena a perpetua. El recurso planteado por sus abogados fuera rechazado. Lo que pide para acabar con la huelga de hambre, es un trato más abierto hasta donde llega mi entendimiento. "Alfredo reitera que terminará su huelga de hambre solo si es desclasificado del régimen penitenciario 41 bis". "
Yo no estoy por la labor y no me rindo, y continuaré mi huelga de hambre por la abolición del 41 bis y el ergastolo ostativo hasta mi último aliento, para dar a conocer al mundo estas dos abominaciones represivas de este país.
En este régimen estamos 750 (personas) y por esto también me bato. Junto a mí (están) mis hermanos y hermanas anarquistas y revolucionari@s.
Estoy acostumbrado a la censura y las cortinas de humo de los medios, que tienen como único objetivo mostrar como un/a monstruo a cualquier opositor/a radical y revolucionari@.
Abolición del régimen 41 bis.
Abolición del ergastolo ostativo.
Solidaridad a tod@s l@s pres@s anarquistas, comunistas y revolucionari@s del mundo."
Pero planteas esa huelga de hambre, que le puede llevar a la muerte, como algo lleno de principios, coherencias y finalidades. Cuando puede ser perfectamente una decisión desesperada, porque la vida tal como se le presenta al preso, le resulta insoportable. Yo leo así las cosas, porque para mí los principios, coherencias y finalidades que se aplican a otras personas, no son más que un enorme montón de mierda.
Para mí, yo preferiría violar todos los principios del mundo, todas las coherencias, todas las finalidades, con tal de salvar a ese hombre.
Nombrar algo, no es necesariamente etiquetarlo
¿Esclavizar es una etiqueta?
No he dicho que no es legítimo definir, sino creerse con la autoridad como para excluir a alguien, no por sus actos o ideas, sino por cuestiones como que no me gusta lo que dicen o no dicen lo que esperaba.
Las acciones se hacen y tienen nombre. "He disparado al embajador italiano", no es una etiqueta, sino un acto y lo podemos llamar de diferentes maneras, por ejemplo atentado o justicia social. Eso depende de "la mirada" o desde qué entrañas lo sentimos.
No he dicho que alguien pueda decir que eso sí es anarquista. He dicho que hay actos que no tienen cabida entre anarquistas. Si somos anarquistas, no nos apropiamos del dinero de los botes de solidaridad, pero sí el de los bancos o los especuladores. La cuestión no es tanto qué haemos, sino a quién se lo hacemos.
No es una cuestión de baremos, ni cuotas porque no se trata de medidas, sino según nuestras necesidades y según nuestras posibilidades y los baremos y las cuotas no las tienen en cuenta.
¿Es la autogestión una manera de organización entre anarquistas? Si tu respuesta es sí, y la argumentas, ya estás diciendo que tiene cabida. ¿Es la subvención estatal una forma de organizarse entre anarquistas? Si estás diciendo que no, y la argumentas, ya estás diciendo que no tiene cabida y la descartas. También podrías decir depende, y entonces entrarían las matizaciones.
¿Si mañana, un colectivo anarquista decide que tienen que ir los domingos a misa, qué pensarías? ¿Y si dicen que van a abolir las prisiones, sentirías la misma complicidad? En ambos ejemplos, las deciden libremente quienes forman el colectivo.
Entiendo tu experiencia y sospecho que la gran mayoría de personas que hemos pasado por grupos y colectivos anarquistas o sindicatos anarcosindicalistas, hemos pasado por situaciones similares.
Sinceramente, cuando la cuestión de las siglas entre CNT y la actual CGT, ¿qué es lo que recuerdas que se decía al respecto?
A mi no me parece muy anarquista recurrir a las leyes o a los jueces, pero en conflictos con la patronal, he tenido que hacerlo. ¿Pero entre anarquistas?
No se el calado y la profundidad de esos conflictos que mencionas, pero recuerdo a un compañero de CNT, cuya hija estaba gravemente afectada por lo del clembuterol de las vacas locas (https://elpais.com/diario/1996/10/24/sociedad/846108021_850215.html), y el gerente, conocedor de su administración y las posibles consecuencias por el consumo de esa carne, también militando en el mismo sindicato de CNT, guardó silencio hasta que aparecieron casos. Me parece que no se trata de mirar hacia otro lado o no hablarlo en la asamblea del sindicato. Ahora imagina la misma situación, pero que el gerente no fuera afiliado a CNT. Como verás, las maneras de actuar serían muy distintas, ¿no te parece?.
Me temo que no hablamos de lo mismo. No entro en los personalismos y las luchas internas. No ser parte de alguna de las partes, es lo que me llevó a abandonar CNT y no los comentarios en las asambleas. Pensar de otra manera sería como tratarnos de estúpidxs.
Esos principios, coherencias y finalidades no se aplican a personas, sino son las personas quienes desde su plena libertad, deciden asumirlxs personalmente. Imponérselas a otras personas, no es que sea una mierda, es un abuso autoritario.
Entiendo cuando te expresas diciendo "lo de salvar a ese hombre", pero eso, aparte de importante, fíjate que para él no parece que sea lo primordial, sino la desaparición del ergastolo para todxs. Y para quienes estamos al otro lado del muro, golpear al Estado, para conseguirlo y expresar nuestra "solidaridad con todxs ls press anarquistas y revolucionarixs del mundo" que, aunque no todxs tengan un ergastolo, los Estados pretenden mantenerlxs encerradxs de por vida, incluso habiendo excedido el tiempo de condena impuesta por los tribunales.
Cuando dices, "yo preferiría violar todos los principios del mundo, todas las coherencias, todas las finalidades, con tal de salvar a ese hombre", ahí estás exponiendo tus principios, coherencias y finalidades, sin que nadie te las imponga. Alfredo en su escrito, hace también una declaración de cuales son sus principios, coherencias y finalidades, aunque te resistas a reconocerlas. La circunstancia del encierro, es también el lugar y el momento para reivindicarlos. Es probable que si conseguimos que retiren el 41bis, Alfredo plantee su lucha desde otra posición, pero sin olvidar lo que para él es irrenunciable.
En mi opinión, hay cierta indiferencia entre algunxs anarquistas, cuando desacertadamente se piensa que "no son de lxs nuestrxs".
Se da la circunstancia de que
Se da la circunstancia de que anuamente esta página hace un recopilatorio anticarcelario.
Para el caso de Alfredo Cospito está en huelga de hambre por la abolición del régimen restrictivo italiano. Según el Diario la Estampa, ha perdio 35kg y sus abogados (los que efectuaron el recurso ante los jueces contra el régimen de aislamiento) alertan de la bajada de potasio que ha tenido, y que los médicos que le atienden le dan suplementos que precisa para que se mantenga con vida. El régimen de aislamiento en cuestión es este:
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"Artículo 41-bis régimen penitenciario. Italia.
Traducción automática. Wikipedia.
En la legislación italiana , el artículo 41-bis de la Ley de administración penitenciaria, también conocido como carcere duro ("régimen penitenciario duro"), es una disposición que permite al Ministro de Justicia o al Ministro del Interior suspender determinadas normas penitenciarias. Actualmente se utiliza contra personas encarceladas por delitos particulares: Asociación tipo mafioso bajo 416-bis ( Associazione di tipo mafioso ), narcotráfico , homicidio , robo agravado y extorsión , secuestro , terrorismo, y tratando de subvertir el sistema constitucional. Solo se suspende cuando un preso coopera con las autoridades, cuando un tribunal lo anula o cuando un preso muere. El Tribunal de Vigilancia de Roma es el tribunal competente a nivel nacional en los recursos contra el decreto 41-bis.
Contenido
Medidas restrictivas
El sistema estaba esencialmente destinado a aislar completamente a los reclusos de su entorno original y separarlos de sus antiguos socios criminales. Las medidas normalmente incluyen prohibiciones sobre:
el uso del teléfono;
toda asociación o correspondencia con otros presos;
reuniones con terceros;
recibir o enviar sumas de dinero superiores a un monto determinado;
recibir paquetes (excepto los que contienen ropa blanca) desde el exterior;
organización de actividades culturales, recreativas o deportivas;
votar o presentarse a las elecciones para representantes de los presos y participar en actividades artísticas y artesanales, etc.,
así como restricciones a las visitas de miembros de la familia (una vez al mes y las visitas solo pueden comunicarse por intercomunicador a través de vidrios gruesos).
Historia
El artículo 41-bis se introdujo en 1975 (Ley de administración penitenciaria, Ley n. 354 de 26 de julio de 1975) [5] como medida de emergencia para hacer frente a los disturbios y revueltas carcelarias durante los años de plomo ( italiano : anni di piombo ), caracterizado por conflictos sociales generalizados y actos de terrorismo llevados a cabo por movimientos extraparlamentarios.
En febrero de 1991, el entonces Ministerio del Interior italiano Vincenzo Scotti remitió al Ministerio de Gracia y Justicia Claudio Martelli que 23 exponentes de la mafia serían liberados y habilitados para volver a sus asuntos en Palermo . Para prevenir ese riesgo, el gobierno italiano se reunió durante la noche y aprobó una interpretación auténtica restrictiva de la norma.
El 8 de junio de 1992, tras el asesinato el 23 de mayo del juez Giovanni Falcone por el clan Corleonesi de la mafia siciliana en el atentado de Capaci , se modificó el régimen (confirmado en la Ley n° 356 del 7 de agosto de 1992). El nuevo artículo estipulaba que podían implementarse medidas restrictivas cuando hubiera "seria preocupación por el mantenimiento del orden y la seguridad". El objetivo era evitar la asociación, y por lo tanto el intercambio de mensajes, entre los presos de la mafia y romper la cadena de mando entre los jefes de la mafia y sus subordinados.
En los días posteriores al asesinato del colega de Falcone, Paolo Borsellino , en el atentado con bomba de via D'Amelio el 19 de julio de 1992, 400 jefes de la mafia encarcelados fueron trasladados en helicóptero y aviones de transporte militar desde la prisión de Ucciardone en Palermo a prisiones de máxima seguridad en el continente en Ascoli Piceno y Cuneo , y a las prisiones insulares de Pianosa y Asinara , donde la severidad del régimen del 41-bis se acentuaba por la lejanía geográfica. Después de que el jefe de la mafia, Salvatore Riina , fuera capturado en enero de 1993, se ordenaron numerosos ataques terroristas como advertencia a sus miembros para que no se volvieran testigo del estado , sino también en respuesta a la anulación del sistema 41-bis.
A lo largo de los años, el sistema 41-bis se ha relajado gradualmente, en respuesta a las decisiones de los tribunales nacionales o las recomendaciones del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CBT) para garantizar contactos y actividades apropiados para los reclusos sujetos a ese régimen. Cuando se implementó por primera vez, la sección 41-bis también facultaba al Ministro de Justicia para censurar toda la correspondencia de un preso, incluida la que mantuviera con abogados y órganos del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH). La Corte afirmó que bajo el régimen excepcional del art. 41-bis hay una intromisión ilegítima en el derecho a la correspondencia ex art. 8 CEDH, ya que las restricciones a los derechos constitucionales sólo pueden determinarse mediante decisión judicial motivada y nunca mediante Decreto Ministerial.
En 2002, la medida se convirtió en un elemento permanente en el código penal. Amnistía Internacional ha expresado su preocupación de que el régimen 41 bis pueda, en algunas circunstancias, constituir un "trato cruel, inhumano o degradante" para los presos.
Protestas de la mafia
En junio de 2002, unos 300 presos de la mafia declararon una huelga de hambre, exigiendo el fin de las condiciones de aislamiento y objetando la propuesta de la Comisión Antimafia del parlamento de extender la medida. Además de rechazar la comida de la prisión, los reclusos habían estado golpeando constantemente la estructura metálica de sus celdas. Después de que la protesta comenzara en la prisión de Marina Picena en el centro de Italia (los reclusos de la prisión incluyen a Salvatore Riina , el reputado "jefe de jefes"), se extendió rápidamente por todo el país, a pesar de que los reclusos supuestamente no tenían forma de contactarse. Se habían unido mafiosos de diferentes rangos en ocho prisiones.
Según el juez de inmigración estadounidense Darcy Sitgraves en octubre de 2007, el régimen penitenciario 41-bis fue diseñado para obligar física y psicológicamente a los delincuentes a revelar información sobre la mafia siciliana y constituía "coerción... no relacionada con ninguna sanción o castigo legalmente impuesto, y por lo tanto constituye tortura." La jueza basó su fallo en la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura. Inmigración y Control de Aduanas apeló con éxito el fallo.
Tribunal Europeo de Derechos Humanos
El 27 de noviembre de 2007, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sostuvo que la aplicación del régimen 41-bis infringió dos artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos , a saber, el artículo 6 § 1 (derecho a un juicio justo) y el artículo 8 ( derecho al respeto a la vida privada y familiar). El tribunal no falló contra el régimen en su conjunto, pero reafirmó el derecho a la correspondencia sin censura con abogados y grupos de derechos humanos. El fallo fue en respuesta a una demanda presentada por Santo Asciutto, miembro del notorio sindicato del crimen calabrés 'Ndrangheta , que cumple cadena perpetua por asesinato. En el caso Enea vs. Italiael 17 de septiembre de 2009, el juzgado determinó que se habían violado su derecho a la justicia y al respeto de su correspondencia. Se le concedieron algunas costas legales, pero no daños y perjuicios."
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Hasta aquí la traducción automática de la wikipedia. Esa es la petición del preso en huelga de hambre, y no me cabe duda de que le quedarán graves secuelas tras 75 días de ayuno, y que si persiste el Estado italiano le dejará morir antes que quitar la norma.
Dices que "en tu opinión", hay "cierta indiferencia entre algunxs anarquistas, cuando desacertadamente piensan que "no son de lxs nuestrxs""... Je. Pues verás, hacen exactamente lo mismo que tú dices que SÍ se puede hacer: determinar, señalar, mostrar qué cosas "no tienen cabida entre anarquistas". Como para mí el anarquismo es "hacer todo lo que me dé la gana", no me meto en juzgar si una acción de otra persona, o una inacción, es o no anarquista. La verdad, es que lo de "cosas anarquistas" me da bastante risa. "¿Si mañana, un colectivo anarquista decide que tienen que ir los domingos a misa, qué pensarías?" Me reiría y les diría que me parece bien. Yo apruebo negociar con el empresario el tiempo de rezo de los trabajadores musulmanes –por ponerte ejemplo real– para que se asocien al sindicato. Faltaría más. Más aún si se trata de un colectivo anarquista. Que recen a Cristo si les place, joder.
No es preciso retorcer tanto los argumentos!
Vaya, ejemplos como "negociar con el empresario el tiempo de rezo de los trabajadores musulmanes", así tal como lo expones, no lo consideraría algo "entre anarquistas". No es necesario retorcer los argumentos hasta ese punto. Ni tan siquiera me parece una cuestión de clase, salvo la confesional.
Si hay quienes le rezan a cristo, será porque tal vez son cristianxs y ni me parece ni bien, ni mal, me es indiferente. No soy parte de otra inquisición. Me empezaría a preocupar si dijeran que rezar a cristo es lo que se hace entre anarquistas. Pero entiéndeme, la preocupación sería porque llevaría a plantearme que, si fuera así, tal vez no sea yo el anarquista.
Negar la solidaridad entre anarquistas, por muchas diferencias que se tengan, no diría que es algo anarquista, y por ello aparecen excusas como la de "no es de lxs nuestrxs". Más que hacer lo mismo que digo, hacen lo contrario, simplemente se inventan y justifican con una excusa. Hay situaciones que no es posible quedarse indiferente o no expresar solidaridad o rechazo hacia algo, y si por ello se quema un palacio, mejor que mejor, pero la solidaridad es mucho más que eso y muy distinto a los aspectos más de orden humanitario. Y no veas menosprecio cuando digo eso, ni reclamo alguno. La solidaridad también se expresa en lo más cotidiano y sencillo para avanzar y crecer en lo que cada cual pueda. Ese recopilatorio anual anticarcelario, puede ser un ejemplo.
Me centro en esto que dices
Me centro en esto que dices de "Negar la solidaridad entre anarquistas, por muchas diferencias que se tengan, no diría que es algo anarquista, y por ello aparecen excusas como la de "no es de lxs nuestrxs"".
¿A ti qué te importa lo que digan los demás? ¿A ti que te importa que sea o no anarquista? ¿Una acción del tipo que sea, puede ser etiquetada como anarquista? Yo no lo creo. Insisto: los demás pueden decir misa. Desde mi punto de vista, lo importante es lo que hago yo mismo, y en la vida se me ha ocurrido pensar que lo que hago es "anarquista"... Por otra parte me he encontrado con el caso contrario: el de presos que no quieren saber nada de la solidaridad, si se la ofrece una organización reformista o determinada persona. No solo no la piden, si no que la rechazan por cuestiones ideológicas. Que aquí hay pa un roto y pa un descosío.
Para el caso de Alfredo, la organizacón que ha dado más muestras de interés difundiendo su caso ha sido precisamente la CGT. En esta ocasión nadie se ha quejado amargamente, pero tengo bastantes recuerdos de veces que no ha sido así: que si manipuladores, que si aprovechados, etc. Por otro lado esta página ha publicado todo lo que nos llega al respecto. Y por lo tanto, refuerzo mi convicción de que más que fijarnos en los rechazos, que los hay y los habrá porque cada cual piensa a su modo y hay que convivir con ello, hay que potenciar los acercamientos, que en esta vida más vale tener amigos en lugar de estar tol día con el quejío y con el ayayayyyyyy.
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La lista de presos italianos que han muerto en huelga de hambre: En 2009, Sami Mbarka Ben Gargi, después de 18 días de ayuno en el instituto de Pavia, perdió 21 kilos y murió en el hospital, luego de un tratamiento médico obligatorio. En 2012, Virgil Cristian Pop, de origen búlgaro, encarcelado en la prisión de Lecce, perdió la vida tras 50 días de huelga de hambre. En 2018, Gabriele Milito, un hombre de 75 años detenido en Paola, Calabria, después de negarse a comer durante varios días, fue hospitalizado y murió. En 2017, Salvatore Meloni, activista independentista sardo en prisión por delitos fiscales de motivación política, perdió la vida en el interior de la prisión de Uta (Cagliari), tras 66 días de ayuno. En 2020, Carmelo Caminiti, detenido en Messina, en espera de juicio y tras la revocación del arresto domiciliario, no toma comida ni agua durante 60 días, hasta que muere.
Fuente Diario La Repubblica del 5 de enero.
In conclusione, l'azione di Alfredo Cospito, come quella di altri che praticano il digiuno come forma di mobilitazione, pone una domanda cruciale: può lo Stato rimanere inerte di fronte al corpo consumato di una persona che chiede di essere ascoltata? Finora, dall’Amministrazione penitenziaria, non una parola.
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