Perspectivas electorales de la izquierda española

Estos días, parece que el impulso electoral de izquierda anda un poco enfriado. La victoria de Tsipras en Grecia no abrió el rupturista panorama que se anunciaba. Los ayuntamientos gobernados por la izquierda,  llevan a cabo una labor oscura y callada, de manera que no se sabe bien qué es lo que hacen. Intermedian, suavizan, recolocan… Cosas de esas, parece ser. Y más que publicitar sus logros, que alguno habrá, los militantes y activistas procuran aquietar sus movilizaciones, porque… ¿Cómo van a atacar a los suyos, ahora que gobiernan? 

 

Para la próxima cita electoral, la cosa pinta más bien negra, ya que la división de pareceres y candidaturas, producto de ambiciones, rivalidades e inercias, es lo único que parece unitario. No quiero ser un cenizo, claro que no, y seguramente oh tú, esforzado votante o militante de la izquierda irredenta, en estas elecciones pegues la campanada, y veamos por fin, tras un siglo de democracia parlamentaria y dos guerras mundiales, la llegada del Reino augurada por capitalistas y comunistas, en el que todos seremos ricos o prósperos, depende de cómo se mire la utopía.

 

La cuestión es que las encuestas, muestran que la derecha sigue estando fuerte, y que buena parte de la clase trabajadora apuesta por ella. Y claro, a la izquierda el papel que le queda es o gobernar de manera unitariamente dividida, o ejercer la oposición separadamente unida. Sea como sea, las leyes se seguirán aplicando, los plazos se irán cumpliendo, y los desahucios diferidos, finalmente se acabarán produciendo. Que para eso están los abogados encargados por 350 euros de que se ejecuten los desahucios.

 

¿Por qué entonces los dominados votan por los dominadores? Pues por los mismos motivos por los que los esclavos votarían a sus amos si les pidiesen votar. Los dominados se mueven por costumbres, y esa rutina es la que hace que los días se sucedan, los sucesos sean previsibles, y cada cual sepa qué viene a continuación. Esa monotonía, tranquiliza. En cambio, reventar el sistema, coger la antorcha y la lata de petróleo, ahorcar a los señoritos y entrar en la bodega de Palacio a pillarse una melopea, proporciona intranquilidad. Divertido, sí. Pero muy peligroso. Primero, porque los dominantes están muy bien organizados. Tienen un discursos sólido, mucho dinero y un ejército profesional tremendo. Mientras que la izquierda, carece de credibilidad,  está desorganizada, desarmada hasta de discurso. Y cuando tiene discurso, apesta a mentira y a chanchullo. La gente ve a los izquierdistas, y los etiqueta como trepas sin un duro. Así que… ¿A quién vota? Pues hasta que se harta, a la derecha, de la que al menos se sabe lo que se puede esperar de ella. Y cuando se harta de la derecha, vota a la izquierda para que se convierta en derecha y así mantener la esperable rutina.

 

El círculo todo lo contiene, lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

Comentarios

Imagen de Octavio Alberola

¿Por qué los dominados votan por los dominadores? Por lo que tú, acrato, apuntas... Pero, no  olvidemos que también han habido ocasiones en que los dominados se han rebelado y han abandonado el "círculo" e inclusive han cortado la cabeza a los que les dominaban. 

Efectivamente, "el círculo todo lo contiene", tanto la resignación como la rebeldía...

Entonces, ¿qué hacer? ¿Resignarse o rebelarse?

Pues, como siempre, unos se resignarán y otros se rebelarán e intentarán que lo que es de uno sea de todos... 

La historia seguirá siendo testimonio de unos y otros, y a cada uno saber si está entre los unos o los otros.

 

Imagen de Acratosaurio rex

Por supuesto Octavio, dentro del círculo, de todo se encuentra, y de vez en cuando, se rompe. La rebelión se produce, la revolución estalla y los dominados dejarán de estarlo, si a buen paso se ponen a ello. Los humanos somos rutinarios, pero también imprevisibles.

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