Hoy por fin mis espías me han informado de que Israel planea un ataque masivo contra Irán, y que EE.UU. ha destacado aviones cisternas en la base de Rota y de Morón para abastecer a los cazas, así como de que han traído bombas antibúnker… El ataque se planea para el 22 de junio de 2025. Y todo esto me lo dicen el 29 de junio. Y lo publican el 2 de julio… Es el problema de disponer de un servicio de inteligencia que sigue usando palomos mensajeros. En fin. ¿Ese ataque qué quiere decir? ¿Qué mensaje manda Donald Trump  al mundo?

Ni idea.

Yo de análisis político no sé nada. Y de negociación menos. Yo he intentado negociar una rampa en la Comunidad Terapéutica para subir un tórculo de grabado de trescientos kg. a mi habitación, y ha sido imposible. Ana, la supervisora, es alguien imposible de tratar. Y tiene una corte de pelotas que es curioso estudiar cómo la adulan, y cómo la tipa se lo cree, o simula creérselo. 

Es lo que pasa con los pequeños abusones, imaginaos con grandes mandatarios. Y es que mientras más grande es el cabrón, más grande es el pelota, ya que su cargo, su nómina y su bienestar, depende en buena medida de él.

Por ejemplo, Pedro Sánchez, es un cabrón a escala mundial, pequeñito. Ahora bien, si se le ve a escala nacional, es uno de los grandes medianos, porque no hay más que escuchar en las ruedas de prensa y mítines el «¡Te queremos Pedro!». Hay gente que le quiere. Le quiere porque la alternativa es Feijóo, al que también hay gente que le quiere. Entonces el PSOE, y sus socios de gobierno, intentando ampliar su base, escora a la derecha. Y de ese modo cuando llega en su turno la derecha sin complejos al Gobierno, se vuelve más de derechas. Y luego la izquierda en su turno, pues más de derechas aún. Y así, con tiempo, llegan al poder políticos más reaccionarios que Hitler. Y si se sigue ese juego electoral, y esa lógica, llega un momento en el que la gente vota por un monstruo alienígena lleno de patas y dientes, que les promete echar del país a la gente con COVID. 

Por eso si me preguntan si hay que quitar a Trump, yo digo que no. Porque votarán por alguien peor, que ya es decir. ¿Que ese bestia pide el 5%? Pues nada, que se llega a la conferencia de la OTAN Pedro Sánchez, o el mismo rey, y se le dice a Trump que el 5% es muy poco. Que por lo menos el 10% y no se hable más. ¿Que quiere Groenlandia? Nada de eso: te damos Groenlandia, Dinamarca (con sus reyes) y la Antártida. 

Y es que hay que jugar a la grande, de tal manera que llegue un momento que no les quede nada que exigir… O eso, o se hace una revolución social, que eso también podría valer.