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El Derecho a la Mentira

Enviado por Acratosaurio rex en Vie, 08/12/2023 - 12:03


No sabemos qué es peor

Hace unos años daba el siguiente veredicto en este consultorio: los que pregonan que son auténticos, que son sinceros, que van con la verdad por delante, fingen como bichos que se hacen los muertos. Porque todo el mundo miente. A ver. Nadie va pregonando por ahí lo que se es realmente, porque ni uno mismo sabe qué cuernos es uno, ni si tiene conciencia, o qué cosa es eso. ¿O acaso estar callado cuando uno podría exponerse al fuego de la crítica, el cotilleo, o la cárcel, no es mentir? Vamos, que dime de qué presumes, y te diré lo que no eres.

Mil veces lo he dicho: los que exigen la verdad, en una comisaría, en un juzgado, en un confesionario, lo que se quieren es evitarse la molestia de tener que torturarte para que confieses quién quemó la Iglesia, si sacaste al perro a pasear, o si te has comido el brécol del almuerzo. Por eso te aseguran que si mientes vas al infierno. Pero si eres veraz, sincero, franco; si te entregas con entereza; vas al Cielo de Dios Padre y te sientas a su diestra. Es algo que toda esa gente que tiene elevada moralidad y es atea y va por la vida con cara de restreñido, no ha percibido. 

Mi consejo es el siguiente. Hay dos momentos en el que un o una anarquista debe mentir: uno, si le conviene; dos, para evitar los daños que se derivarían de decir la verdad a otra persona. Porque hay gente que con la mierda de la sinceridad, te sueltan una fresca y te dan el día, y corres a cortarte las venas. Y mucho ojo con los arranques de sinceridad, porque en un 99% de casos cuentas tu gran secreto a tu intimísimo y más mejor amigo, y al cabo de dos horas lo saben hasta en el Canadá francófono.

Total, que en mi apoyo, llamo a cuantos estudiosos, catedráticos, científicos sociales y opinables variados, descubrieron en pleno siglo XX que la Ciencia no es un criterio de verdad indiscutible. Que lo que hay son interpretaciones de lo que sucede. Y que la verdad se persigue de muchas maneras que no tienen que ver  con el proceso demostrativo de las ciencias formales. Por ejemplo, con la güija, el tarot, las setas alucinógenas o las visiones inducidas por la deshidratación.

Es decir, o sea, a ver, que científicos sociales  y filósofos de reconocido prestigio, que han escrito toneladas de tesis sobre constructos sociales como para hundir un parking de seis pisos, afirman que la Ciencia solo interpreta, y que la verdad no existe. Pero a continuación surgen veinte filósofos, curas, pensadores, expertos y moralistas soltándote que ellos dicen la verdad… Muy sospechoso.

Como para fiarte de la peña esa. Por eso, lo mejor, ya que cuando te detienen tienes derecho a guardar silencio, mejor quedarse calladito, y que argumente el abogado. Que para eso es un profesional. 

 


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