Ayer, mientras las masas votaban a sus candidatos, a mí me dio por leer algunos de los llamamientos al voto que se hacían por parte de los que buscan arañar de donde sea. Y un artículo que me llamó la atención, fue el de una persona que interpelaba a un supuesto hombre varón, blanco, hetero, lleno de privilegios, que desde su atalaya izquierdista se recreaba en su pureza pasando de votar. En el artículo se le achacaba que por culpa de gente como él, los inmigrantes morirían en el Mediterráneo, las mujeres perderían el aborto, los homosexuales no podrían casarse, y los gatitos maullarían sin paté húmedo.
La verdad, flipé. A mucha gente se le va la pinza con lo de la abstención, echándole la culpa de cualquier cosa que pase mala… Lo que pasa es que artículos de ese tipo, mueven más a quedarse quietecito que a ir corriendo con la papeleta del voto, para evitar que Marlaska justifique muertes de inmigrantes en la frontera, mande tanquetas a los trabajadores que protestan.., o que se ceda el Sáhara a Marruecos, o que se vendan corbetas a Arabia Saudí, o qué sé yo. Una lista interminable de cosas a evitar con la papeleta.
En fin, esta mañana, con completo orgullo y satisfacción, compruebo una vez más que mi abstención, como siempre irrelevante y estúpida no ha provocado ningún Apocalipsis Izquierdista. El PSOE ha machacado a sus socios –como siempre–, SUMAR consigue menos votos (-115.295) que la suma de Podemos, En Común, Compromís y Más País en 2019… Nadie obtiene la mayoría absoluta y vete a saber si no tendrán que repetirse las elecciones o habrá algún pacto contranatura. Por el amor de dios Puigdemont, sálvanos de otro proceso de terrorismo burocrático y pacta con quien sea.
Pero a lo que voy, es al rollo que se traen increpando a la abstención. No me cansaré de repetir que para que la izquierda gobierne, solo tiene que convencer a los electores, porque son quienes votan los que llevan al parlamento a los diputados. Si la derecha convence (y la izquierda no tanto), no es culpa del abstencionista.
Y mucho ojo con eso de que la abstención es siempre de izquierdas y que la derecha tiene a un votante disciplinado siempre dispuesto a darlo todo. Es falso y os pongo este ejemplo: En estas elecciones la participación ha sido de un 5% superior a la de 2019 (según el Pais).
A pesar de ello el PP ha ganado tres millones cuarenta y cuatro mil ochocientos votantes. Si sumamos esa cifra a los que han perdido Ciudadanos y VOX (1.650.318 y 623.235 respectivamente), da la cifra de 7.320.593 votos de derechas (1). ¿De dónde habrán salido los 771.247 que faltan hasta los 8.091.840 que han votado finalmente al PP? Pues lo mismo de los abstencionistas que se han decidido a votar útil al PP, por lo que sea. Con el PSOE en cambio las cuentas son más parcas: suponiendo que el partido obrero ha rebañado los votos que han perdido los adversarios más o menos de izquierdas, supuestamente tan solo 190.103 abstencionistas (siempre con respecto a 2019) dieron su voto al socialismo real. Mira por donde con tanto llamamiento al voto, que se han despertado los abstencionistas de derechas más que los de izquierdas. Ojo: lo que digo es solo una metáfora. No pretendo la verdad.
Así que, por favor, recordad que votar será un derecho. Pero de momento, no es un deber. Y que si la derecha sube, es por la gente que les vota. El que no vota, ni pincha, ni corta.
------
(1) Son todo cifras sacadas de la prensa. No garantizo que sean exactas.