Érase una vez el anarquismo. Sus visionarios pronosticaron un mundo sin mando ni obediencia, en el que la gente a través de la solidaridad, el federalismo y la acción directa, acabarían con las guerras, con los problemas nacionales, con la superstición religiosa, con la desigualdad económica y de todo tipo, de manera que barrido todo poder y autoridad, la Humanidad estaría unida.

Y, sin embargo, los y las anarquistas son incapaces de llevarse bien entre ellos. ¿No es curioso que hablemos de fraternidad universal, y ni de coña se establezca en el propio ámbito? Al final de una buena disputa doctrinaria, lo que se hace es plantear una opinión excluyente, expulsativa, excretora y execramental, en nombre de la anarkisición y toda esa mierda.

Y digo que las disputas doctrinarias esas carecen de sustancia por lo siguiente: la tragedia libertaria es que fulanito que fue de Juventudes es diputado del partido conservador cuando antes estaba lanzando anatemas, o que el niñato quemó un contenedor justo cuando hablaba el secretario, provocando la carga de la caballería. O que tu voto vale menos que hace veinte años. Puf.
 
¿Y acaso no es cierto que tenemos encima una cantidad de problemas enormes? Económicos por supuesto, pero es que además las ideas reaccionarias tienen su predicamento, la guerra sigue vigente como medio de resolver disputas, la crisis climática y ecológica no augura nada bueno, el problema energético es tremendo, habida cuenta de que la mayoría de la población mundial, cuatro mil millones, habita en ciudades… ¿Cómo organizar eso?

Por supuesto yo no estoy abogando por la unidad de los anarquistas. Ni en broma. Yo soy el primero que con determinados anarquistas no iría ni a pescar brecas a la playa. Entre la enorme variedad hay algunos más pesados que un saco de martillos, que están tol día tol día tol día a pico y pala con su rollo. Es más, la Humanidad demuestra estar siempre dividida, y desearla unitaria me parece una tontería como la copa de un pino.

Por eso resulta difícil de entender, que se hable tanto de unidad, y cada vez surjan más facciones deseosas de unirse, (siendo la mía la predominante). Por ejemplo, para las próximas elecciones, andan con un lío de primarias para formar listas y alianzas, yo no sé cuántas candidaturas de izquierda… Pero a lo que voy, mi conclusión es la siguiente.

Siendo como soy una persona optimista, y sabiendo que el anarquismo es inevitable, dado el fracaso de las ideologías reaccionarias y comunistas para establecer un mundo mejor, científicamente declaro que la anarquía la implantará gente que no es anarquista. Porque como la Idea tenga que esperar a los doctrinarios…