
Esta mañana tomaba café con Pepe El Quesito. Se trata de un amigo de muchos años ya, miembro del PCE, que se intenta meter siempre en candidaturas electorales, y que está amargado porque sin excepción le colocan en puestos en los que no puede salir. Y como ahora andan liados pensando en las próximas municipales, y con los problemas de Yolanda, Pablo Iglesias, Teresa Rodríguez, Errejón y gentes muy señaladas de esas que están ubicando a sus peones de brega, se me quejaba de que no se le valora, etc., que nadie quiere a un viejo luchador jubilado que trabajó en astilleros, y que ahora con la lista cremallera es peor aún que antes...
Para quien no sepa lo que es una lista cremallera, es una candidatura en la que va primero una tía, luego un tío, luego una tía y así sucesivamente. Y si tienen un perfil de haber hecho el bachillerato y tener una carrera de lo que sea, mejor. Total, que me estaba hablando de lo de la lista cremallera, de su falta de currículum, y de que le relega a tomar por saco, y le he sugerido lo siguiente:
– Pues yo tengo la solución a tu problema: pide cita en el Registro Civil, y ahora que tienes tiempo pide un cambio de sexo y de nombre. Te pones Carmen Bella Pitufa, que no es peor que el que te llamemos Quesito, y dices que eres una tía. Una peluca, bien afeitado, y seguro que triunfas: cabeza de lista por ser una mujer. El currículum yo te lo falsifico.
– ¿Pero me estás hablando en serio? Que nunca sé si lo que me dices es en serio o en broma…
– Completamente en serio Quesito. Es legal, puede hacerse, y te conviertes en mujer sin tener que tomar hormonas. Te compras un sujetador con relleno, un vestido de flores, y vamos a Peluca Rosa a comprarte una buen postizo. Cabeza de lista.
– ¿Pero eso cóooomo va a ser posible?
– Es la ley que ha sacado el PSOE. ¿No te has enterado? Puedes pedir el cambio de sexo en el Registro. En tres meses es un hecho. Dices que eres una tía y arreando. Lo peor que te puede pasar es que los colegas nos meemos de risa, o que El Camisón, que le gustan las cosas raras, te quiera coger caliente por detrás… ¡Pero serás [canto] Cabezaaaa deeee liiiista!
Entonces me ha mirado torciendo la boca y me ha dicho muy serio…
– El sexo de registro te lo vas a cambiar tú y tus muertos peazo maricón.
Y no ha querido hablar más del asunto.
Uno de los problemas que se plantea con la abreviadamente llamada «Ley Trans», el el tema de que te puedes cambiar de sexo rellenado un formulario, y compareciendo dos veces ante el funcionario de Registro. La primera para pedirlo, y la segunda para reafirmarte. Luego te inscriben y viene todo el rollo de cambiar el DNI, el carnet de conducir, el de la seguridad social y que no se equivoquen pa la pensión… Una pesadilla burocrática más, en el Reino de España.
El temor de alguna gente, es que haya un montón de frescos que aprovechen la Ley para fines personales, como presentarse a las elecciones (esta es mi sugerencia del día), elegir cárceles de mujeres, participar en la liga femenina, entrar en el baño de señoras y esas cosas.Mi pronóstico: estad tranquilos: serán casos anecdóticos, como cuando un hombre muerde a un perro. También habrá frikis de esos que se dicen trans sin serlo. Qué se le va a hacer.
Es algo que pasa con todas las leyes, hay gente que abusa de la baja laboral, hay intrusos que se jubilan por la cara, hay denuncias por robo de móvil cuando resulta que lo perdiste, hay minusváldos que están mejor que yo… Quien hace la ley, hace la trampa, eso es así. Lo que pasa es que no creo que por casos de ese tipo, haya que eliminar las pensiones, la baja laboral, el seguro por robo, el aparcamiento para minusválidos, o la autodeterminación de género.
Y no acabo de ver yo, ese miedo a miles de tíos corriendo a cambiarse el sexo en el Registro para entrar en el probador de señoras. Lo cierto es que, los que somos varones con el rol definido y bien adaptados al género, como el Quesito o como yo, no tenemos ganas de cambios. Por más que mi colega quiera ser Cabeza de Lista, virgencita, que me quede como estoy.