Parte de mi familia vive en Alemania. Inmigrantes de esos. Periódicamente me piden que les mande cosas: jamón del bueno, tomate frito, queso… Yo sospecho que lo hacen para darme la lata… Lo último que me han pedido es que les mande una falda camilla… Porque han pagado 200 euros de gas este mes. Y eso en un sueldo más que modesto, y antes del invierno, se nota. Me cuentan también que dos compañeros de trabajo que eran ucranianos, han dejado el curro y se han ido a Ucrania a defender su país. Flipé. Yo no iría a defender mi país ni aunque llegaran a sus costas cangrejos mutantes. Mis pregunta es: ¿Cómo es que en Alemania no hay tomate frito? 

Vale, lo del gas. ¿Y todo por qué? Bueno, los profetas del Apocalipsis, decrecimiento, crisis energética, finanzas por los aires y tal, no tuvieron en cuenta una serie de cuestiones. Por poner una fecha de inicio: en noviembre de 2013 el presidente de Ucrania Yanukovich anunció que suspendía el acuerdo de entrada de Ucrania en la UE. Eso desencadenó en escalada, la guerra.

O sea, que lo que eran manifestaciones ciudadanas, se pueden convertir a base de líos y metralletas, en una guerra abierta entre la OTAN y la Federación Rusa. Además, por lo que dicen los estalinistas, EEUU ha declarado la guerra a Alemania volando tres gasoductos. Eso no es más que una minucia para los EEUU, conste. EEUU es nuestro culpable, y podría volar tranquilamente la Luna, cambiar el polo magnético y extinguir a los elefantes.

¿Me preguntan mis sobrinas (risas) que como podría solucionarse esto? Ellas se refieren a la factura del gas, que lo demás les da lo mismo. Bueno, si la guerra es la causa de todo, que lo mismo no, yo diría que los pueblos pueden acabar con la guerra con solo desearlo. Lo cual es utópico. 

Pero si vamos a la realpolitik, a la política de lo real, a lo que nos interesa a nosotros/as, ahora que Ucrania está ganando terreno sería el momento de ser generoso y declarar un alto el fuego unilateral por parte de Zelenski. Para darle a Putin una salida honrosa. ¿Y esto que conseguiría? Pues que cese la masacre. No es moco de pavo.

A continuación, para evitar más perplejidad, Ucrania debería ceder el Este de Ucrania a Rusia ofreciendo garantías de paz, fronteras abiertas y –resumen– buen rollo. Y el resto de Ucrania Occidental, entrar en la UE. ¿Que si con eso bajaría la factura del gas? No lo sé. Pero al menos, se acabaría la guerra.

¿Qué podría hacer nuestra izquierda entre tanto? Pues esa mancha de inútiles bocachanclas podría promover la entrada de Rusia en la UE. Hay que darle a Rusia algo político: Nueva Rusia y Rusia en la UE. De esa manera, todos estamos unidos. Total, con la cantidad de gobiernos de ultraderecha que hay, ¿qué más da otro más?

Una vez hecho eso hay que hacer la ceremonia del perdón: amnistía para todos los crímenes de guerra. Los que ha llevado a cabo el ejército ucraniano, y los que ha llevado a cabo el ejército ruso. Porque los ejércitos, recordadlo, son máquinas de crimen. Amnistía para todos los desertores. Y las ayudas de la UE, en lugar de para armamento, pueden darse tranquilamente para antidepresivos o para algo útil. Pienso en tremendos rituales con el patriarca de Moscú y el patriarca de Kiev dándose besos entre cánticos y llantos. Millones de personas perdonándose. Madonna cantando en un escenario con Borrell. Un monumento con los nombres de los cincuenta mil muertos en la guerra, pensiones a los supervivientes, brigadas de albañiles, y aquí no ha pasado nada.

Mejor preparo la falda camilla. Un buen brasero, y nada de frío.