Bakunin dijo en su vida muchas cosas, no paraba de hablar a todas horas, y casi siempre acertó. Pero hubo en una en la que se equivocó rotundamente. Y era la del Gobierno de los Científicos. Os explico este terrible error del anarquista, inexplicable e imperdonable, pues si se equivocó en eso, lo mismo se equivocó en algo más y aún no nos dimos cuenta.
El siglo XIX, como deberíais saber, fue el del optimismo científico. Lyell en Geología, Darwin en biología, Morgan en sociología y otro montón de físicos, químicos y matemáticos que se pueden consultar en la wikipedia haciéndoos pasar por doctos, hicieron pensar a los universitarios de ese siglo, que estaban a las puertas de conocer absolutamente todo. Y que gracias a la razón y a gobiernos científicos, la humanidad sería sacada del atraso, el hambre y la impotencia sexual.
Bueno, pues Bakunin dijo que no, que el gobierno de los científicos sería la peor de las pestes. Venía a afirmar, que estando en manos de los científicos, los gobiernos se dedicarían a disecar a trabajadores..., para ver cómo eran por dentro. Bakunin no se fiaba nada de los doctores, y menos aún de los de izquierdas que querían ayudar al pueblo, pues afirmaba que en llegando al Gobierno, los hombres de ciencia montarían dictaduras espantosas, y científicas.
Está claro que se trata de un error epistemológico enorme, que se visibiliza en una foto. Hoy mirando el periódico digital eldiario.es [1], me encuentro con un retrato de Cristina Cifuentes rodeada por los rectores de las universidades madrileñas. Ella lleva un vestido rosa, conjuntado con cinturón y camiseta roja, que contrasta vivamente con el sobrio negro de las túnicas y bonetes de los rectores, condecorados con medallas, cruces y estrellas, y que sin duda, cágate, son lo más granado e inteligente de la sociedad española, porque para eso son rectores digo yo. Son unos tipos que los veo, y es que te entran ganas, sin saber por qué, de acercarte a ellos sonriendo, en actitud amistosa, para, sin previo aviso, soltarles un guantazo de los que te vuelven la cara del revés, te sacan los mocos del gaznate, y te devuelven la cordura, como en las películas de esos tipos que pierden la memoria y de repente se golpean la cabeza con un tronco y recuerdan hasta la primera papilla.
Como digo, el retrato colectivo prueba que eso del posible Gobierno de intelectuales y científicos, es una equivocación enorme de Bakunin, porque lo que se ha demostrado a lo largo de los siglos XIX y XX, y la foto de los rectores es una prueba incontestable, es que los científicos están incapacitados para gobernar. Para lo único que sirven, es para ser lacayos, administradores y criados, de gobernantes y empresarios necios, avispados y carentes de escrúpulos. O con ética protestante, que manifestaba Max Weber.
Por cierto. Dicen que Cifuentes aprobó un máster presencial, sin ir a clase. Y yo me pregunto qué tiene eso de extraño, en una Universidad española que se llama Juan Carlos, y con una alumna que presuntamente tiene el enchufe de una nuclear. O que está empoderada y es resiliente.
Es una simple, observación epistemológica y gnoseológica. Sea eso lo que sea.