Hay que ver cómo está el patio. Me estaba leyendo el tema de Ruymán y de la FAGC (1), y de cómo esta represión no-sutil (2) intenta acabar con nuestros militantes, y se me vino a la mente lo necesario que sería que dispusiésemos de una unidad antirepresiva en el mundo libertario. Nuestro enorme sindicato de la No-Represión.
Si hay algo que nos haya unido siempre, es la desgracia. Frente a ella, todas los disparates se desvanecen. Que te metan una tenaza abierta por el culo. Ahí se difuminan los bordes de la realidad, o sea, los principios se van a la mierda. O lo que sea.
Eso es. La violencia con que nos tratan los poderosos cuando ven que de forma eficaz, demostramos lo innecesarios que son sus leyes, reglamentos y limosnas. Entonces cogen al que sea, y el machacan a base de bien. Le dan una buena paliza al insurrecto, y nos muestran la que nos puede caer a los demás… Porque esto irá a más. Hace unos días me contaban el asesinato de un compañero del viejo proyecto colombiano de Alas de Xue, y no pude por menos que sentir un escalofrío tenebroso. La paz, no es algo que nos vayan a conceder de buen grado. Si acaso, la paz del cementerio.
Sabemos, porque los avisos están por doquier, que esto se vendrá abajo más pronto que tarde. Vivimos en la confluencia de diversas crisis: crisis económica, ecológica, energética, política, social y financiera. Todas están confluyendo en un vórtice que ionizará al estratosfera rompiendo la estructura del espacio tiempo y mandándolo to pal sipote. Es un resumen para explicaros, que se avecina una, pero que muy gorda. Escuchadnos cabrones: vais a la ruina.
¿Qué es lo que haremos? Podemos tocarnos los genitales, podemos hablar de jilipolleces, o podemos emplear la energía y aplicarla donde conviene. Como en los cursillos de formación para emprendedores. Sí sé que –en particular–, el miedo que sienten los poderosos y sus servidores, hará que la represión se incremente de forma exponencial, en la medida que se incremente nuestra resistencia.
Así que os lanzo el reto: creemos un sindicato antirepresivo, una estructura que proporcione apoyo jurídico, aliento, sostén a nuestros militantes, bajo un principio sagrado: ningún anarquista en la cárcel. Del mismo modo que se están creando pequeñas estructuras de inqulinos, de precarios, de cooperativistas, de piratas informáticos… Hay que ir creando estructuras que recauden fondos, dispongan de abnegados abogados, y de una enorme red de complicidades, que hagan que nuestros militantes (y militantas), los que caminan por la cuerda floja, sindicalistas y activistas de todo tipo, cuando las fuerzas de represión les zarandeen y caigan…, lo hagan en nuestros cálidos y amorosos brazos.
Sin ninguna duda, lo necesitamos, y podemos hacerlo. Porque si algo nos puede unir, por desgracia, es la desgracia.
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(1) http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/38081
(2) http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/37981