Hoy andaba paseando feliz, cuando una pareja me ha entregado un panfleto… Tenía pintada una niña, y me preguntaba que “qué pienso del mundo”. La escena fue conmovedora, y duró cinco minutos hasta que me maldijeron. Tenía la pareja, espíritu sectario.
Una secta es un grupo de personas unidas por creencias que imponen un comportamiento peculiar a los adeptos. Incumplir la imposición (en materia de dieta, vestido o relación, por ejemplo) conlleva un castigo: latigazos, infierno tras la muerte, o más modestamente, la expulsión.
El castigo del comportamiento desviado, es tan importante en la secta como la intensidad de la creencia compartida. En el mundo sectario, destruir al oponente o al disidente, muestra al fiel lo conveniente de mantenerse coherente, o sea, obediente a la norma. Al fin y al cabo las cosas que se prohiben, es porque se suelen desear.
Se puede pertenecer, a una gran secta, o a una secta pequeñita. Si no tienes medios para evitar que la gente huya, la secta se mantendrá en un tamaño pequeño, a medida que el ambiente se vuelve más y más opresivo e irrespirable. Y sí, es jodido estar en una secta por convencimiento, ya que continuamente tienes que estar reprimiendo tu conducta. Libremente, así es.
Suele haber en las sectas un núcleo duro, que se lo pasa dabuten: hacen causa común, van juntos a todos lados, como Jesús y los discípulos, tras la reunión confraternizan, van al bar y le dan vueltas y más vueltas a cosas más y más intangibles y retorcidas, interpretan comportamientos, planean cotubernios… También suele haber un oscuro texto interpretable, y alguien que lo interpreta y lo que dice va a misa, o sea, una jerarquía.
Normalmente en los escritos, leyes y estatutos de los sectarios, pasa que dicen una cosa que puede justificar cualquier otra. Por ejemplo, es muy normal que se proclame la libertad para establecer limitaciones. Y también es frecuente que las teorías de la secta den respuesta a cualquier pregunta filosófica. Lo cual indica que esa teoría no responde a nada.
Por finalizar, se me ocurre que en los tratos los sectarios son muy excluyentes, ya que dividen el mundo en tres categorías: fieles que son hermanos, infieles que son enemigos, e indiferentes que son o captables o enemigos (1).
En definitiva, que si encuentras un grupo cerrado de gente, de pensamiento inflexible, capaz de justificar todo lo que se hace en nombre de la secta, con un núcleo que imparte doctrina, y que disponen de capacidad de castigo para el comportamiento desviado, y que solo se relacionan entre ellos y poco más para el proselitismo…, pues puede que se trate de una secta. Ten ojo, no sea que tú tengas, espíritu sectario (2). Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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(1) Por experiencia creo que puedo decir, que la gente que piensa como uno mismo y es sectaria, suele ser muy pesada. La que piensa diferente, también puede serlo. Pero siempre te queda el consuelo de que por ser infieles, no son de los tuyos. Ya lo sé. Yo también soy muy pesado. Pero sin mucho espíritu sectario. Además hay que añadir, que a los hermanos se les consiente que hagan cosas incoherentes, a los enemigos se les denosta en todo, y a los indiferentes se les dora la píldora, a ver si la tragan. Quien quiera ver algo más sobre sectas, que se aplique "carne de secta": http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/18284