Un día, mientras le daba algunas pistas a Einstein para que desarrollase su Teoría de la Relatividad, y él me explicaba cómo hacer una bomba atómica para que abandonase la dinamita, me dijo amablemente: “locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes”. Es que es un poco flipante, ver como se lanza gente a presentarse a las elecciones, creyendo que ellos, precisamente ellos, van a ser mejores que sus predecesores.
Que haya una corrupción generalizada en los partidos, no es accidental. Cuando un resultado se repite una y otra vez, es porque algo de la estructura de la organización, imprime carácter a sus miembros.
¿Qué es lo que hace que tantas personas acaben aceptando mordidas, enjuagues, cohechos, propinas, sobornos, hurtos, sin importar ideología? La oportunidad, la posibilidad, dentro de un marco de relaciones de consumo compulsivo, avaricia y de enaltecimiento de la riqueza a no importa qué coste.
Quieren limitar la corrupción política con Códigos Éticos… Qué absurdo. Pongamos por ejemplo a la CNT del siglo XX. Nunca necesitaron de un Código Ético. No podían corromperse, porque tenían obstáculos estructurales: sindicatos independientes financiados con cuotas, militantes a los que se pagaba si acaso el viaje y la peonada para realizar una gestión, cuentas colgadas mensualmente en el tablón de anuncios, y una asamblea de control con el Orden del Día: punto primero, acta anterior; punto segundo, revocación o no del comité; punto tercero cuentas; punto cuarto asuntos varios. Y nada más.
En los tiempos actuales, ¿qué validez, qué utilidad puede tener un Código Ético, del que disponía IU por ejemplo desde 2006 (1), mientras su hombre en Bankia se pulía 456.522 euros con su tarjeta Black (2)? Pues es muy simple: dime de qué presumes, y te diré de qué careces.
Un partido de personas que quieren cambiar la situación que padecemos, debería tener un poco de visión política, y darse cuenta de que presentarse a las elecciones y entrar en el gobierno de lo que sea, es entrar en el banquete que les sirve el menú selecto de la política corrupta. Ahora bien, ¿tendría yo algo en contra de un partido, que rechace el poder, y lleve a cabo una obra pedagógica, cultural, organizativa, explicando que nos estamos cargando el planeta, que la crisis ecológica es irreversible, que la energía se acaba, que el crecimiento exponencial va a hacer entrar en colapso el sistema, que las crisis cada vez serán más duras y complejas, y que necesitamos cohesionarnos para abandonar el capitalismo y crear otro marco de relaciones económicas? Yo no tendría nada en contra. Pero con semejante programa, por lo visto, no se ganan las elecciones. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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NOTAS
(1) Menciono a IU porque varios códigos éticos que manejan estos días en diversos partidos, están basados en el de esta formación de izquierdas. http://www.izquierda-unida.es/node/6342 [1]
(2) http://www.eldiario.es/gastos_tarjetas_black/gastos-Moral-Santin-IU-tarjeta_0_312169352.html [2]