Una petición para que explique si la existencia de la CGT se debe a un repugnante complot del Estado para destruir a la CNT. Buena pregunta. Contextualicemos el contexto histórico.
Año 1980, en la Barcelona post-escisionista. José Bondía toma el micrófono y atronando un polideportivo cubierto, declara solemne a una masa de cenetistas, que la escisión de la CNT de diciembre de 1979, se ha debido “¡A la acción de los servicios secretos españoles, del Vaticano y probablemente de países extranjeros”. Aplausos. Eso es verdad. Hay un documento orgánico, y está mi testimonio, ya que yo estaba allí con la boca abierta.
La idea de aquel cabestro era muy simple: la CNT era (y es) la única central obrera con capacidad para acabar con el capitalismo e instaurar el reino de la Libertad. Eso a algunos de CNT, tú se lo dices, y les gusta y se lo creen. Así que –imaginan– partir el primoroso invento sólo podía deberse a una ación infame del Estado Borbónico. Y como poco después los malvados escisionistas celebraron un congreso en Valencia, y para alquilar un local en condiciones hace falta pasta… Pues ¿quién si no el Estado iba a haber sufragado la nefanda traición?
Vale. Afirmaciones extraordinarias exigen pruebas ordinarias. ¿Existen documentos que muestren que el Estado pagó el Congreso de la escisión? No. No hay facturas. ¿Existen testimonios de personas que vieran el enjuague? No, nadie ha visto nada. Solo se habla de oídas. Por lo tanto, no hay pruebas de que tan sorprendente afirmación tenga fundamento. Ningún historiador perdería el tiempo escribiendo una tesina sobre ese asunto, que entra en el terreno especulativo de las teorías sobre el chupacabras chileno que pueden visionarse en Cuarto Milenio.
Entonces… ¿Cómo es posible que semejante paparrucha se haya mantenido momificada durante más de treinta años? Pues por la cosa del pensamiento mágico. Hay mucha gente que atribuye la causa de sus males febriles a la acción de los fantasmas, y reza a San Cosme, antes que tomarse el veneno de una aspirina racionalista.
Pero el Acratosaurio no teme a la idolatría, y predica implacable a los caníbales. La verdad verdadera, mientras no se demuestre lo contrario, se encuentra en documentos, en testimonios, en fotos, artículos de prensa, y en libros de historia interpretables, y que yo interpreto del siguiente modo: La actual CGT nació porque una parte de la afiliación de la CNT de los setenta, intentó explorar el camino de las elecciones sindicales, para constituirse en alternativa a UGT, a CCOO y a USO. Hubo un rifirrafe, se formaron dos CNTs, y en 1989 el Tribunal Supremo dictó que la CNT es la CNT, y que los que no eran CNT, pues que se cambiasen de nombre.
El herpes te lo pega tu pareja. No es un castigo de Dios. Fíate de tu mujer, no de su amante. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.