Aún a riesgo de ser pesado, vuelvo a la carga con esto de la calidad, porque hay gente que no deja de darme la lata, y me escribe diciendo que soy un cuantitivista, y que la propaganda que hago de la cantidad (1) degrada el contenido de la Ideología Anarquista, escrito así, con mayúsculas.
Es una desgracia. Mis observaciones empíricas, en las que aseguro que la gente de calidad habla de cosas que no las entiende ni el que las inventa, y que encima son (a veces) pesados, frikis, intolerantes…, no son compatidas por los adeptos de lo cualitativo.
Ellos defienden que hay que tener un crecimiento controlado, que consiga que los nuevos llegados a la organización, se formen, adquieran buenos hábitos, sean inteligentes, valientes, decididos, y coherentes con las ideas (sean cuales sean las ideas).
Aseguran que si se abriesen las puertas de nuestras estructuras para un desembarco de masas llenas de prejuicios, sin formar, eso haría de las organizaciones nidos de trepas, de aprovechados, y de sinvergüenzas que nos desprestigiarían y destruirían.
Yo digo lo siguiente. Por lo que veo, la teoría cualitativa establece una jerarquía de calidades. Mientras mayor es la calidad, menor es el número de personas que la contiene. Así es: véase una bodega: las botellas de mayor prestigio (y tan caras que sus caldos no se pueden beber), son siempre las que menos abundan.
Habiendo, como digo, una jerarquía de Gente de Calidad, y siendo los de mayor calidad muy pocos, esa gente de alto nivel, tiene, obligatoriamente, que cerrar las puertas de sus garitos, y no dejar entrar a nadie de menor nivel, para no desvirtuarse. Es más, a medida que los de Mayor Calidad ascienden en la escala, lo que hacen es subir el listón de la virtud, con lo cual impiden el progreso de los de menor calidad. A los no formados hay que mantenerlos a raya.
Por eso la consigna de los cualitativistas, es la del decrecimiento. Hay que decrecer de manera cualitativa. Y sería en el punto cero, en la nada, donde se encontraría la calidad absoluta. Por eso las organizaciones de mucha calidad, suelen tener pocos miembros, siendo la organización cualitativa perfecta, aquella que no existe.
Por la arroba de vino de cooperativa, abajo el caldo de reserva. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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NOTA
(1) He tratado el asunto de la calidad en estos dos temas:
¿Cantidad o calidad?
Cantidad, calidad y grupos metadescriptivos