Ha comunicado conmigo Pedro Duda., del Puesto de Milicias de Sotorrancio, con la siguiente papeleta que os comento por su importancia.

La duda que expone es la siguiente:

Por un lado hay una feroz ofensiva capitalista, para estrujar a los trabajadores más aún si cabe: bajando salarios y pensiones, despidiendo, ampliando la edad de jubilación, subiendo hipotecas, etc.

Luego hay convocada una “huelga general” por los gestores sindicales, los mismos que han pactado todos estos años, despidos, reconversiones, reformas laborales. Los mismos interlocutores responsables que han hecho una resistencia a los planes empresariales y gubernamentales de mero trámite, que ni llega a simbólica. Los mismos sindicatos que dan la mano al Gobierno, son los que llaman al paro general. Paro, huelga, protesta, que ayer Zapatero decía la prensa, no va a cambiar nada. Lo dijo Zapatero en Nueva York ante los grandes capitalistas, los Soros y Cía, a los que aseguró que España es un país seguro, rogándoles que invirtieran en el reino. A lo que los otros contestaron “la conversación ha sido amena, ya veremos si invertimos en España o en China”.

En resumen, la “huelga general” convocada para el 29, consiste en un teatro para que al día siguiente nada cambie, pero se haya cubierto el expediente de las centrales con unos cuantos piquetes y algún detenido. La gente no es tonta, se da cuenta del cinismo sindical y gubernamental. Unos pasan de todo, y otros pocos dicen que peor es no hacer algo, que si la huelga no soluciona nada, tampoco soluciona nada el no hacerla…

O sea, impotencia, sumisión, resignación.

La pregunta que hace el compañero del Puesto de Milicias de Sotorancio es la siguiente:

“¿Es una locura que yo vaya a trabajar el día 29, cuando mis compañeros hagan huelga, y me declare esquirol, y que en cambio me declare en huelga personal, salvaje e individual el día 30, y que pase lo que tenga que pasar?”

Mi respuesta es la siguiente: no solo no es una locura, sino que es una gran idea. En un mundo de rebaños vencidos de antemano, lo único que puede dar ejemplo es el gesto individual, el acto que rompa la cadena de pequeñas y grandes sumisiones. Al menos el día 30, una persona protestará, correrá su propio riesgo y se enfrentará a lo que haga falta. Jamás el Acratosaurio le quitará las ganas de pelear a una persona así.

Por la Huelga General del día 30, lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.