Siguiendo con el relato (1), bosques de pinos, encinas y robles. Vegetación de lentiscos, hinojos, esparragueras, matagallos, romero, zarzaparrilla, rosales silvestres. Me perdí en uno de ellos y acabé enredado en una zarza que me tuve que comer para poder salir de ella. Paseo campestre visitando los lugares que arrasarán los postes de alta tensión. Los excursionistas fueron guiados por los nativos y los dueños del campo cedido para la acampada, a los que hay que agradecer su entrega y confianza, ya que cuando los mossos intentaron desalojar, ellos dieron la cara afirmando que los acampantes eran personas de toda confianza (a pesar de mi aspecto). Al finalizar el paseo, y mostrando una simpática señora la Iglesia de Fellines, en plena calle, la jauría de un paisano siniestro y malencarado la atacó y mordió en la pantorrilla izquierda. El paisano justificó el hecho afirmando con malos modos que no tenía más remedio “perquè em robem”. Total, que lo que se ahorra en robos el paisano, se lo gasta en pienso (y en pantorrillas de paseantes). Deseo pronta recuperación a la dama.
Conferencia de Félix Rodrigo (2). No pude escucharla porque estaba poniendo trampas a las ardillas de cara a mi cena. Desgraciadamente solo conseguí catapultar a un gato despistado con una trampa de arco hasta el Ayuntament de Figueres (causó estupor al parecer), y practiqué el ayuno. Según pude escuchar luego a cuatro chavales (desde un congelador), el extraordinario compañero Félix insiste en el ascetismo, el trabajo, el sacrificio, el aldeanismo, la austeridad, el esfuerzo, la reflexión… En fin, mis mismas ideas, solo que sin insolaciones ni ayunos, y con asambleas. Observándole desde un cubo, comprobé que si Félix habla con alguien, de inmediato le agarra del pescuezo y le enseña sus libros, insistiendo en lo importante de su lectura.
Otra de sus afirmaciones, comentada en voz baja: frente a quienes dicen que esta es la mejor de las épocas de la humanidad, Félix (el hombre que siempre sonríe) afirma que estamos en la peor de las peores de las épocas habidas y por haber. Imposible comprobarlo, dado que es imposible viajar donde los romanos y los cartagineses. Así sea, ya que lo razona.
Degradación, olas gigantes, manchas de petróleo, glaciares retrocediendo, erupciones, relajación moral, hedonismo, osas que adelgazan… Total, que ante la catástrofe que (por lo visto) se avecina: estudio, estudio y más estudio. Agua fresca… Si acaso algún tinto como complemento de la dieta (para diferenciarnos del fundamentalismo talibán y del Ejército de Salvación), lectura, más lectura y puesta en práctica de la lectura, leyendo más si cabe.
Lo cierto es que la cerveza se agotó (sin que hubiera ni una sola borrachera), y que el vino sobró ya que los acampantes mencionaban que estaba entre picado y avinagrado.
Gatos volantes sobre Figueres: lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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(1) Inicié el comentario del encuentro en
y el encuentro se anunció en
(2) Para conocer la biografía del compañero Félix ver