Published on Alasbarricadas.org (http://m.alasbarricadas.org/noticias)

Inicio > Lo importante de hacer mal las cosas

Lo importante de hacer mal las cosas

Enviado por Acratosaurio rex en Jue, 15/04/2010 - 13:49

Me escribe José pernio, el pesado de Galapagar, diciéndome que se siente pesaroso porque todo lo hace mal, dice que por ello no puede aguantarse ni a sí mismo, y que le critican sus amigos por ello.

José, es imposible que hagas todo mal... ¿Meas dentro de la taza del bate? Eso es algo que seguramente te sale, con ese agujero tan grande no puedes fallar. Y si dejas gotitas fuera, siempre puedes mear sentado. Y si no en el lavabo, que nadie lo nota. Así que aunque manches, la cosa tiene arreglo.

Pero es que, además, eso de querer que las cosas te salgan bien es obsesivo, pernicioso. Si te fijas, la gente que hace todo bien, la gente que hace planes que salen adelante contra viento y marea, son unos cabrones. Cementerios nucleares, guerras y agotamiento de acuíferos, suelen ser construidos por esas personas "que todo lo hacen bien". Mariscales, obispos, políticos, damas de la alta sociedad, los que ordenan lanzar un misil..., esa gente es la que lo hace "todo bien". Mira a Zapatero: todo lo hace bien; mira a Aznar: lo mismo; mira al rey, mira a Obama, a Raúl Castro… Y si a alguien se le ocurre decir que hacen algo mal, de inmediato ellos le echan la culpa a quien sea. Ellos, nunca tienen la culpa de nada.

En cambio nosotros pertenecemos a la raza de los que hacemos mal las cosas. Hacemos paredes torcidas, comidas saladas o sosas, y equivocamos las bolsas del reciclaje, echando los plásticos en el papel, y el papel en lo orgánico. Pero la cuestión es que somos los que hacemos las cosas. Date cuenta de que de no ser por nosotros, que todo lo hacemos mal, nada andaría bien. Porque el que se pone a hacer cosas, es el que se equivoca. El que entra en faena, es el que falla. El que no hace nada y mira, es el que nunca yerra. El que da órdenes a los demás, es el que todo lo hace bien. Nosotros nos equivocamos, y por ello nuestros errores son siempre de pequeño alcance, limitados. Nuestra ira alcanza sólo a dar alguna guantada. La ira del que hace bien las cosas, sean nazis, demócratas, estalinistas o empresarios católicos, vierte un río de sangre ajena.

Por eso muy importante: no estresarse por los fracasos porque no merece la pena, a veces la cosa sale mal, a veces regular. Si alguien te puede criticar es porque tienes cosas por criticar: que critique. A quien no hace nada solo se le puede criticar por ese motivo, porque no hace nada, lo cual es muy descansado.

¡Mil años de vida a los que hacen mal las cosas útiles! Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.


Source URL: http://m.alasbarricadas.org/noticias/node/13672?page=0