En las últimas décadas distintas modificaciones legales han ido arrinconando a la clase trabajadora y haciéndola perder su poder social. Ese proceso se ha acelerado hasta lo insoportable en el último año La tan traída y llevada flexibilidad (aún en su forma maquillada: la flexiseguridad) no ha hecho otra cosa que debilitar y precarizar a los sectores más numerosos de la clase trabajadora. Al fin y al cabo, no se trata de otra cosa que de arrumbar la posición del trabajador en el centro de trabajo, haciéndole someterse a todas las órdenes del empleador, sean cuales sean.