Incendios, catástrofes y lo que les preocupa el tema
Estos días hemos sido informados a gran escala de la magnitud de varios incendios que han arrasado y arrasan cientos y miles de hectáreas de bosques. Poblaciones evacuadas, un bombero y un piloto muerto y muchos más heridos, un tren metido entre las llamas y los pasajeros en pánico mientras la maquinista salvaba la situación… Por lo visto decenas de medios aéreos y un par de cientos de equipos han atendido un frente de llamas de más de cien kilómetros en la comunidad valenciana, y en Zamora, y en Galicia, y en Cáceres…, y se las han visto y deseado para frenar el desastre. Vamos a poner que serían unas mil o dos mil personas trabajando no todas a la vez, en turnos infernales, en unas condiciones de espanto.
Por otro lado, declaraciones de políticos diciendo esto y lo otro con gesto preocupado, que si los rayos provocaban los incendios junto con la sequía y los vientos, además de la dificultad del terreno… No sé si alguien de esa peña habrá echado la culpa a la imprudencia de los conductores.
Lo que quería resaltar, es que los remedios que se aplican a estas catástrofes, son los que les da la gana al Gobierno. No les preocupa gran cosa. Y a los hecho me remito. Resulta que en Ucrania dos estados están enfrentándose en el Donbás, en un frente de varios cientos de kilómetros, donde hay destacados unos trescientos mil soldados con todos los avíos y pertrechos. Tanques, artillería, minas, fortificaciones, francotiradores… Más la logística para mantener todo eso en marcha: intendencia de balas, cohetes, misiles, aceite para motor, lubricantes, gasolina, repuestos y comida más papel higiénico a la hora de nutrir el estómago insaciable de dos ejércitos a la greña quemándolo todo. España participa en ese bochinche, fragatas, tanques, camiones, instructores... Y sin embargo para eso, hay dinero, recursos e inteligencia gubernamentales. Hay incluso, armas termonucleares desplegándose apaciblemente sobre nuestras cabezas.
Nunca dejará de asombrarme la capacidad de los dirigentes mundiales y de los técnicos a su servicio, que sacan dinero de debajo de las piedras para alimentar un incendio pavoroso, mientras estudian la manera más eficaz de matar gente. En tanto que un incendio accidental o no, en terreno escabroso, es imposible de controlar durante semanas.
Es para pensar un rato, cabizbajos y meditabundos, como si rezásemos a algún espíritu invisible, en lo mucho que les preocupamos a esos tipejos. Sí que hay pasta en juego, sí. Pa lo que les importa realmente. Fin.
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Comentarios
Nosotrxs, lxs de abajo y lxs
Nosotrxs, lxs de abajo y lxs del sótano, solo importamos a los gusanos. Si medio planeta está en llamas, mientras el fuego no alcance a lugares como Wall Street o Beverly Hills, todo va bien. En los montes podemos ver las estructuras que han levantado para colocar extensiones de generadores eólicos y líneas de alta tensión, así como todo tipo de antenas de telefonía. Desconozco la dificultad que supone instalar pararrayos en lugares estratégicos, y que descarguen a tierra esos rayos "incendiarios de bosques", a la vez que, ya que hay tanta confianza en el desarrollo tecnológico y científico, investigar si esas descargas no pueden ser aprovechadas como energía y cómo transformarla. Mary Shelley se lo imaginó, aunque el resultado fuese tan incomprendido como los actos de Prometeo para los dioses.
El fuego, como los ejércitos, se han considerado como elementos purificadores. Ambos arrasan todo allá por donde pasan. El fuego con sus llamas, devasta; los ejércitos con su ayuda humanitaria, culturizan. Así, los misiles que los USA quieren vender a Taiwan, no son provocación ni negocio alguno, esa no es la intención. Son misiles para devolver la democracia a lxs taiwaneses, ucranianxs, mujeres afganas, kurdxs, irakíes... "Lamentablemente", los USA todavía no han encontrado en Irán, a quien enviar sus humanitarias aportaciones, de otra manera, el pueblo iraní sería bombardeado con las libertades democráticas de las bombas yankis y ya de paso, "gestionar" sus reservas de petróleo y recursos naturales, porque es sabido que los musulmanes, por muy persas y mazdeístas que sean, no saben manejarse más que en las reducidas economías de sus bazares y pese a que el zoroastrismo se anticipó más de un milenio al monoteísmo cristiano y a "la fuerza del mal" que tanto aprecian mencionar los presidentes estadounidenses. Suena a paradoja y podría encajar perfectamente en alguna de las múltiples conspiraciones, el hipotético hecho de que el profeta Zoroastro, Zaratustra para los hispanxs, pudiera tener un origen hebreo (judío), y que los tres reyes que nos cuentan que desde Oriente llevaron ofrendas a Jesús en su nacimiento, fueran zoroastristas. Esto podría ser la metafórica premonición de que Oriente se postra, ante el sincretismo de la Grecia clásica y esa supuesta influencia de la larga sombra de Israel, que dará lugar a la cultura de Occidente.
Además, si algo sobra para este mundo neoliberal de rascacielos, son árboles, pues los ciclo de regeneración del agua y del oxígeno solo les interesa si los pueden convertir en producto, mercancía y negocio, de manera que solo puedan hidratarse y respirar en óptimas condiciones, quienes dispongan de economía.
Malthus veía la necesidad de las guerras para eliminar las poblaciones pobres a las que consideraban un lastre y un gasto desmesurado en ayudas sociales, para el avance de la economía capitalista. ¿A alguien le suena la letra de esa música?
Pero no sólo las guerras, sino también las enfermedades. Tal vez los enormes recortes en el sistema de sanidad pública, las largas listas de espera y falta de recursos, nos den alguna pista de cómo, junto a la pandemia, se ha formado la "tormenta perfecta".
Y donde no alcancen enfermedades y guerras, Malthus proponía explotación laboral y todo tipo de encierros y privaciones de libertades.
Estas eran las soluciones del capitalismo que, asumiendo las tesis demográficas de Malthus sobre que el aumento de poblaciones pobres, agotarían los recursos para los ricos. Argumentos que parece que se imponen en su versión 2.0 reloaded. La subida de precios de cuestiones básicas y necesarias para el mundo que vivimos y la carestía de los alimentos, así como la desatención sanitaria, podrían parecer una versión actualizada de la errada teoría malthusiana.
Lo cierto es que si las riquezas fueran redistribuidas equitativamente, se prescindieran de las necesidades creadas artificialmente, innecesarias e inútiles y nos consideráramos como parte de la naturaleza y de los seres que habitan en y con ella, en vez de los putos amos que la "dominan" (y por ello destruyen), habría recursos para todxs y no llevaríamos este planeta hacia un cercano colapso que nadie puede predecir cómo será.
El agua es vida, pero no hay agua sin árboles que regeneren oxígeno y atraigan la lluvia. Nos hablan mucho sobre "los desastres naturales", pero nadie pone su conocimiento para intentar si es posible transformarlos en "beneficios naturales". Por ejemplo, zonas de inundaciones recurrentes. Pues tal vez no es recomendable la existencia de viviendas, zonas de cultivo o ganadería, y sí pensar en la posibilidad de que toda esa agua caída de golpe y que va perderse en su errático curso y filtrarse en la tierra, pueda ser convenientemente aprovechada en embalses, poniendo estaciones depuradoras o canalizándolas para que puedan utilizarse en las zonas de cultivo...
Sospecho que si en vez de explotación, hay aprovechamiento de recursos que son de todxs, eso no es rentable porque no produce suficiente plusvalía para el capitalismo.