La tribu como lugar de sociabilidad colectiva

La diputada Anna Gabriel, ha levantado una pequeña polémica en la prensa reaccionaria, al admitir que a ella le gustaría criar a los hijos en colectivo. Piensa que la familia nuclear no es el mejor lugar para educar a los niños, porque la familia tiene una lógica perversa, de propietario. Opina que quien mejor socializa es la tribu. Eso dice, más o menos. Al respecto quería comentar un par de cosas, pero desde un punto de vista ecosocialista, empoderador y revolucionario.

Decir que los niños deberían criarse en un colectivo común, me indica claramente que Anna Gabriel no tiene hijos. Es una certeza, ya que si los tuviera, la idea de criarlos en común le resultaría horrorosa por este motivo: si ya es duro tener que mantener a esos cabrones (yo sí tengo mucha experiencia), imaginad lo que sería tener que criar, encima sin cobrar, a los jodidos hijos/as de los demás. Un espanto. Mira tú, si hubiera dicho que lo mejor sería que a los hijos los criase personal profesionalizado en guarderías comunistas, ningún problema por mi parte. Pero meterme en un piso de 55 metros, con otros ocho tíos y tías, a criar diecisiete niños y niñas, sería para cortarse las venas genitales. Dados los niveles de desempleo existentes, no tendría uno ni para para calzoncillos limpios cuando llegase la época de las poluciones.

Pero además, ¿de qué tribu habla? Ya conocéis mi opinión de que el pasado fue una mierda, y lo digo porque yo vengo del pasado. La tribu es una puñetera mierda, una especie de Institución Total de Goffman, una fábrica de clones. Echad un vistazo a la Biblia, lo de las Doce Tribus de Israel, donde se describen los castigos al hijo indócil, y veréis que lo más benévolo era la lapidación. Aunque también podían marcarte y venderte de esclavo.

Y si Anna Gabriel está pensando que la familia nuclear (madre padre e hijos) es un invento del presente, y que hubo formas de maternidad o de paternidad más benévolas entre las bandas de cazadores-recolectores… Pues no. Los pueblos nómadas que vivían en el paleolítico, se articulaban en familias nucleares. El padre, la madre y los hijos, con sus derechos y deberes. Sobre todo deberes. Eso era así, y lo sé porque vi la película de Anthony Quinn de Los dientes del Diablo. Ahí lo explican todo: el padre caza, la madre cría, los hijos obedecen y a la suegra se la congela cuando pierde los dientes… Pero no existe el capitalismo, cierto.

Todo esto lo digo sin ninguna animadversión hacia la producción de niños, ya sea en común, ya sea en granjas, ya sea en pisos de protección oficial. De cualquiera de esos sitos, eso es así, puede salir cualquier cosa.

Humano: no compres mascotas. Adopta, y que críen ellos. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.