La Naturaleza Humana, en la noche de fin de año

Aquí me tienen mis sobrinas, pelando uvas, con espíritu funesto (1). Estaba yo pensando (es un decir), sobre la naturaleza de las cosas humanas. Siendo como somos criaturas de la naturaleza, sometidas a leyes biológicas estrictas, nacer, morir, etc., deberíamos tener una única forma de relacionarnos, como los perros con los gatos. Pero somos muy raros. Los humanos somos capaces de cambiar las tendencias, y hacer que un perro y un gato convivan amistosamente, se les enseña desde chiquitos a copular y ya está. En cambio lo contrario, no se da…

Con los humanos esto de la educación no es tan sencillo. Tienes a padres amorosos que dan una educación esmerada al niño, lo llevan a la escuela libre, le enseñan pensamiento positivo, y acaba de mayor dejándose el bigote y opositando a guardia civil. Verídico. Es decir, no se tienen fórmulas claras para lograr que la gente haga lo que debe hacer. Claro, en una sociedad concreta, más o menos la gente hace lo esperable. Por ejemplo, que el Gobierno dice que hay que perseguir a los infieles y exterminarlos, pues se les extermina. Cientos, miles  de voluntarios se prestarán a ello a cambio de chocolate y entradas para la Ópera. 

Entonces, esto es complicado, por un lado está lo rutinario y estable. Por otro, el comportamiento desviado que lleva al cambio, y que hay gente que resiste, y se escabulle, y se junta, y protesta, y de cuando en cuando revienta y barre la cubierta del barco, dejándolo sin timón, sin capitán y con la tripulación pegando gritos mientras arrojan a los tiburones a los pasajeros de primera clase. Un saludo a las milicianas feministas de Kobane, que tienen histéricos a los del Estado Islámico. Y a las presas y a todos quienes lo merecen.

En fin, que decían antiguamente algo del Buen Salvaje. Un tipo, hombre o mujer, que en su caverna, o su choza, vivía en armonía con el Universo, un filósofo de la naturaleza, sabio, pacifista, capaz de comer carne cruda. Bueno, claro, los anarquistas no creemos que la naturaleza humana sea “buena”, porque si dicha naturaleza existiese, no podríamos garantizar –viendo el percal– que sea positiva.

Es más, en cierto modo, creemos que la naturaleza humana… Es algo con lo que hay que tener cuidado, ya que entendemos que dar poder a una persona cualesquiera, es facilitarle los medios para que nos ponga una bota en el cuello y nos haga pagar impuestos. 

En definitiva, que la naturaleza humana, es potencial: capaz de lo mejor y de lo peor, según las circunstancias. Y –en general–, capaz de no hacer nada la mayor parte del tiempo. Pero yo soy muy optimista: tenemos por delante situaciones abiertas, posibilidades asombrosas, y nosaltres solo tenemos que ganar una sola vez, para que ellos tengan garantizada la derrota. Organizarse, decrecer, avanzar, y todo eso. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

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(1) Lo llaman, "salida familiar terapéutica".