Cómo no juntarnos con personas inadecuadas

Existe una tendencia del anarquismo, que establece como cuestión de principios, que los anarquistas sólo se deben juntar con personas adecuadas. Las alianzas –dicen– solo pueden ser revolucionarias, y con gentes que anden a nuestro mismo paso. Analicemos.

Lo primero que hay que constatar, es que el mundo está lleno de muchísima gente. Y que la inmensa mayoría de la Humanidad, no es anarquista. Hay muchos anarquistas, eso sí, gente que no quiere dominar, y no ser dominada, pero que desconocen el catálogo de incompatibilidades y hacen lo que les da la gana. Desgraciadamente, anarquistas como los descritos, estrictos en sus relaciones, hay muy pocos. Y los pocos que hay, suelen estar disputando siempre entre ellos, o vigilando lo que dicen los demás, que se cogen la wikipedia, el google y el youtube, y siempre se encuentra algo chungo, perverso y conspirativo en la décima generación de ancestros.

Así que si un anarquista común y corriente quiere relacionarse con alguien que no sea él/ella mismo/a y con sus colegas inmediatos, va a tener que hacerlo con no-anarquistas.

Vale –pensará alguien–, pero entre los no-anarquistas  habrá alguna persona adecuada. Sin duda, el anarquista puede irse a polígonos industriales, oficinas de paro, barrios periféricos, a juntarse con el Pueblo adecuado.

Pero es que resulta que el Pueblo no suele llevar identificación, y eso es muy molesto. Si llevase brazalete identificativo…: verde para los subvencionados, amarillo para los de ONGs cristianas, azul marino para los nacionalistas… Todo sería más fácil. Pero cá.

¿Alguna manera habrá de apañárselas solo? Por supuesto, pero requiere mucha energía y constancia. Implica coger un sector de la lucha social, los alquileres, los desahucios, el paro, el racismo… Y lanzar la ofensiva contra la reacción con los medios de que se disponga. Duros, sin condescendencia, sin retroceder un paso. Entonces, claro está, es la gente la que acude a ti. No necesitas buscar relaciones porque ellas aparecen como por ensalmo. Aparece la prensa, aparecen los damnificados, aparece la policía, aparece la contra, aparece la enfermera del botiquín a curarte las heridas, aparece el exorcista, el loco, la prostituta, el ama de casa, el enterao, el tendero con las judías… Como si fuera un espectáculo de magia, surgen los actores sociales mientras en más líos te metes. Con lo cual, acabas teniendo relaciones que te desbordan. En este caso resulta que suele ser gente no-anarquista, la que lleva la voz cantante del anarquismo. Lo cual está bien.

La forma de no relacionarte con personas inadecuadas, es afirmando que los demás no deben relacionarse con personas inadecuadas. Acabarás consiguiendo así, que las personas adecuadas no se relacionen contigo. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.