La honradez y la lucha de los políticos honrados

Hay una cosa que me deja perplejo cada vez que la escucho, por la paradoja que encierra. Es cuando por mis críticas al parlamentarismo, me responden que hay que tener en cuenta que hay políticos que son de los nuestros, honrados y luchadores a carta cabal, motivo por el cual merecen ser votados… La hostia.

Me mandan un vídeo en el que se ve a un diputado, siendo zarandeado por la policía en una manifestación de esas que acaban con un montón de gente en Urgencias. El hombre se mantiene firme ante un energúmeno acorazado, metiéndole en la pantalla del casco su carnet de diputado, mientras grita bien claro, .por si queda alguna duda-, que es un diputado. De ello se deduce que es un diputado luchador. 

Y como he recibido críticas por mencionar en el artículo anterior a Buffy Cazavampiros -ya que por lo visto quita seriedad y fuerza a mi palabra-, aprovecho para sacarla de nuevo a la palestra. Cuando Buffy se enfrenta a Drácula, no se le ocurre sacar una credencial de senadora, ni le grita “¡oye tú!, ¡que soy una diputada!”. Sería ridículo. ¿No? ¿Pues qué hace Buffy? Buffy no se anda con sutilezas. Le clava una estaca, le corta la cabeza y lo incinera, para que no quede ni polvo. O sea, que en mi opinión, enfrentarse a la autoridad manifestando que se forma parte de ella, desmerece a la resistencia.

Me muestran también vídeos del mismo representante en el Parlamento, diciendo cómo está la cosa de mal para el pueblo y votando “no” a algo... Pues me parece estupendo, nada que objetar. El hombre hace bien su trabajo durante un rato. Para mí es como montar un vídeo sobre un taxista que es capaz de llevarte al aeropuerto, y alabarle por ello además de pagarle la tarifa. Joer, también Buffy da grandes discursos contra el Mal, e incluso más espectáculo que el Parlamento, y a nadie se le ocurre ponerla de cabeza de lista tras un proceso de primarias.

La tercera muestra de piedad que me facilitan los partidarios del Parlamento Popular, es la de la honradez del diputado. Por lo visto los hay que llevan toda la vida ejerciendo de políticos, y no se han hecho ricos ni se han corrompido. Anda toma, ni Buffy tampoco. Y sin ser diputada. Y estudiando o trabajando de camarera. Y criando a su hermana pequeña. A ver si ahora la honradez va a ser un mérito político. Ser honrado no es una virtud. Ser honrado -o al menos parecerlo-, es el comportamiento que se debe esperar de cualquier persona normal. Lo que pasa es que la política es tan corrupta, que aparece un nota que no mete la mano en el cazo, y parece que se abren las puertas del cielo por llevar toda la vida en un cargo.

Honrada, luchadora, fiel hermana y trabajadora, Buffy la Cazavampiros, nunca fue diputada. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.