Es muy mal negocio, compararse con los más desgraciados

La guerra no se ocupa solo de soldados, armas y territorio. Adopta formas muy diversas, y por eso hay guerra frías, calientes, limitadas, comerciales, electrónicas, irrestrictas, psicológicas… Laborales. Nosotros estamos en guerra. Y para perder esta guerra, lo mejor es no darse cuenta de que estamos metidos en ella. Porque así el patronariado y el gobierno van destruyendo los pequeños focos de resistencia. Antier fueron los controladores, ayer los del metro, ahora los de la limpieza... Quienes aplaudieron el linchamiento de los controladores y la entrada del Ejército en los aeropuertos… ¿Están hoy mejor que en abril de 2010?

¿Cómo es posible que la patronal plante delante de los trabajadores de limpieza de Madrid 1134 despidos y una rebaja de salario del 40%, y no se levante el pueblo madrileño en un Dos de Mayo? ¿Cómo es posible que sólo se hable de la jodida doctrina Parot mientras nos matan de hambre? Peor aún… ¿Cómo es posible que CCOO dijese cuando les plantaron los papeles del genocidio por delante, que quería sentarse a charlar antes de llegar a la huelga? Cielos. Los medos acampan en la llanura de Platea, se fortifican, avanzan, toman rehenes, siembran el caos, asesinan nuestras cabras… ¿Y tú quieres rendirte so cojonato? En términos militares, al malinchista que se comporta de ese modo ante el enemigo, se le ejecuta por si acaso. Hoy las tres megaempresas, ofrecen a los de la limpieza que firmen echar solo a 625 currelas con reducción de salarios -en resumen- de un 50%. Y el ministro dice que estamos en plena recuperación económica. ¿Pero qué tomadura de pelo es esta? 

Alguien puede afirmar que hay que firmar despidos para mantener el empleo ¡Ja!… Quiero puntualizar que: primero, que eso suelen firmarlo los que negocian (que no van a ser despedidos), y los que piensan que ellos se quedan (que no son solidarios). En mi opinión las negociaciones deberían llevarlas los que reciben la carta de despido, y no al revés. Y segundo: ojo, ¡Que yo sufro mucho con esta guerra!, porque cada batalla perdida me afecta. A mí me viene mal que los trabajadores que tienen un trabajo fijo, unos derechos y catorce pagas sean derrotados, porque mi salario debería tomar como referencia al que más gana, no al que menos. ¡Claro que me afecta un despido masivo en limpieza de Madrid!, porque facilita despidos en todas partes. Por ejemplo, antes en la Comunidad Terapéutica teníamos auxiliares, celadores, terapeutas… Pues los han acabado echando a todos, menos a la siquiatra Virginia, que tienen más de sesenta años y fibromialgia. Así que en este momento los locos no tenemos más remedio que vigilarnos mutuamente, y encima cuidar a esa anciana mujer que nos trata. Pues parece que la meta, está en ganar cada vez menos y en compararnos con los más desgraciados.

Por más dinero no podemos trabajar. El de enfrente, cobra aún menos. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.