El género y su violencia unidireccional

Ayer fue el día contra la violencia de género, que ha pasado sin pena ni gloria por culpa del independentismo catalán, causa de todos los males. Bien, ¿Qué me parece que se celebre semejante día? El de la violencia me refiero, no el de las elecciones. Bien, me parece bien. Hay una ofensiva ideológica por parte de los sectores reaccionarios que se resumen en: si bien las mujeres están jodidas, los hombres tampoco lo pasan bien, con el agravante de que las mujeres son unas lagartas. Hay que aclararlo.

Con finalidad didáctica, vamos a poner a punto los conceptos. ¿Qué es el género? Bueno, mientras que el sexo es lo que diferencia a hombres de mujeres en anatomía y cantidad de hormonas (la pilila, el toto), el género es comportamiento aprendido por ser hombre o ser mujer. Eres niña, te gusta el rosa. Eso se aprende, no es producto la raja. Para que la niña guste los tonos pastel, ha de aprenderlo. Tiene que interiorizar el ser recatada, bajar la vista, estornudar sin ruido, desmayarse ante un poema, fregar platos y obedecer al marido.  ¿Lo entendéis, pedazo de burros?

Los comportamientos aprendidos por las mujeres, suelen colocarlas en posición subordinada. Llegas a la tribu de salvajes, preguntas por el dirigente local, y te llevan ante un viejo lleno de moscas. Nunca ante una mujer, salvo en el cómic, donde puedes contemplar a una mandona con bikini blindado. Las mujeres, si viajas al tiempo lejano, no gobiernan, no mandan, no declaran la guerra, no comercian, no viajan, no acumulan, y si acaso, son tratadas como un bien muy preciado por producir hijos e hijas, es decir, herederos y procreadoras. Esto es simplificar, pero solo tengo 500 palabras.

Entonces, siendo el género un comportamiento cultural aprendido, la violencia de género es aquella que ejerce un género (el masculino), sobre otro (el femenino). No estamos hablando solo de pegarle una paliza a la mujer, que también, sino del hecho de que por nacer mujer, vas a verte sometida a una serie de condicionamientos, que te van a colocar en inferioridad de condiciones en la carrera de la vida, con respecto a los hombres. Y el saltarte esas barreras, o el intentarlo siquiera, va a provocar una serie de reacciones en tu entorno, tanto por parte de los hombres como de las mujeres. Siempre el comportamiento desviado, es temido: puta, bruja, a la hoguera o una hostia bien dada a tiempo. Mierda.

Los reaccionarios siembran la duda: ¿no es cierto que hay mujeres asesinas, que estrangulan al marido mientras duerme? Cierto. Pero no puede hablarse ahí de violencia de género, porque no hay comportamientos sociales aprendidos para la acción colectiva, de las mujeres contra los hombres. Esa mujer asesina, pero no ejerce violencia de género.

Igualdad, desventura innombrable, pasamos del uno al dos, sin necesidad. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

Aviso Legal  |  Política de Privacidad  |  Contacto  |  Licencias de Programas  |  Ayuda  |  Soporte Económico  |  Nodo50.org