Razones de cajón para que todo el mundo tenga su Tarjeta Sanitaria
Hace unos días la Cospedal, mientras anunciaba que se quitaba la Tarjeta Sanitaria a determinados inmigrantes (1), preguntaba… «¿Por qué un señor que no paga impuestos va a tener las mismas prestaciones sanitarias que un señor que sí paga impuestos por estar regularizado o ser nacional? [aplausos facistoides]». Va. Te lo explico.
En primer lugar, los inmigrantes no regularizados, y los españoles en situación extrema de pobreza, desestructuración y exclusión, sí pagan impuestos. El IVA es un impuesto, y lo paga todo el mundo que consume algo, que enciende la luz, que sube al autobús…, ya que estamos en una economía dineraria. El ilegal que trabaja cuidando viejecitos por trescientos euros mensuales en negro, está pagando el IVA al Estado, en los productos que consume. Por lo tanto, es falso que los pobres no paguen impuestos. Aquí paga todo Dios que es pobre, su 16% o 18% o lo que diga el Gobierno. Y por lo tanto, deberían tener derecho a prestación. Ganar 300 euros, y darle 50 al Estado, parece más que bastante.
Hay otro problema que no ha meditado debidamente la Casta Superior. Si grupos de la sociedad quedan excluidos del Seguro, van a enfermarse y van a cuidarse menos. Un inmigrante clandestino en situación de exclusión que coja tuberculosis, sida, hepatitis, sarna…, en lugar de morirse, que es lo que espera el facherío, va a intentar resistir a toda costa. Los pobres, por motivos misteriosos, no marchan a ignotos desfiladeros cuando sienten la llamada de la muerte, no. Resulta que se ponen en el metro en hora punta a toser mientras hacen lo que sea. Así que tener gente propagando cosas que no son atendidas en la Seguridad Social, es una nefasta idea.
Es también sabido, que pobres&excluidos, es una mala combinación, porque una sociedad de gente deslustrada, es una sociedad que siempre va en retroceso. Un señor que ve a su madre carcomida por el cáncer, mientras el Seguro se echa a un lado, va a convertirse en una persona dura, insensible para con los demás, tal vez acabe odiando a esa multitud anónima que le convierte en paria y que le exige los 1500 (más IVA) perceptivos euros de pago por la incineración mínima. Muy peligroso.
Los profesionales deberían meditar. Echar del Seguro a los clandestinos significará menos carga de trabajo, que aprovechará la señora Cospedal, de inmediato, para despedir contratados. Muy triste para el sanitario que va a ver pulverizado su puesto de trabajo en pocos meses. Muy inquietante.
Por lo tanto cuando escuches a los políticos soltando basura contra ti, oh nacional o con papeles, acuérdate: los ricos siempre mienten, y solo quieren que les pagues. Su mundo es el del miedo. En cambio una sociedad de pobres solidarios, es una sociedad donde nadie tiene nada que temer. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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(1) El Real-Decreto sobre medidas para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, establece entre otras medidas que los inmigrantes en situación irregular en España se quedarán sin tarjeta sanitaria
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Comentarios
De lo de todo es de todos y nada es de nadie...
Es bien sabido que quien me conoce ha leído de mí en mi anterior blog, en mi anterior página, en mi columna del British Encyclopedia y finalmente en mi viñeta cómica ultra fachoide del periódico EL PAÍS (*cof, cof*) una frase que decía "TODO ES DE TODO Y NADA ES DE NADIE". Esta frase la escuché por primera vez cuando era prototipo y tenía 14 años (cualquier joven de menos de 16 años es prototipo) de parte de mi madre para reprender a una pseudoprima propia que tenía la manía de decir a cada cosa "¡esto es mío!" [porque me lo regaló mi abuela]. El caso es que esta frase pasó de boca hacia la boca de un tío propio (hermano de mi madre (y por cierto: ahí le parta un rayo la cabeza)) que decía o creía ser COMUNISTA (pero un comunismo digno de Fidel).
El caso es que esta frase ha gobernado mi vida bastante y son unas creencias en las que creo. Me "toca los cojones" (con perdon por la palabra) que vengan ahora unos hijos de su puta madre (con perdón por la palabra) a reducirnos nuestra jodida (sin perdón por la palabra) seguridad social. ¿Saben ustedes qué pasaría si yo me quedase sin la seguridad social?
ME MORIRÍA
Sí, así es: después de caer gravemente enfermo y de quedarme medio muerto en una cama conseguí que los señores galenos (perdón: escolapios (re-perdón: médicos)) me diesen droga legal que es la hostia y consiguió que me levantase para luchar por mi vida y esos quehaceres a los cuales nos enfrentamos todos los compañeros y yo en el día a día de todos los días.
¿Qué haríamos todos nosotros sin nuestra apreciada seguridad social? ¿Saben acaso ustedes cuantos viejos (que no personas mayores o de anciana edad) viven gracias a una pastilla llamada Enalapril u otra llamada Micardis? ¿Tienen acaso estos viejos que nunca han tenido ideales una pensión de esas de la hostia cuando han sido toda su vida obreros de ente 75.000 o 100.000 pesetas?
Es bien sabido que todos sabemos cuánto mal hace el dinero en esta sociedad y lo sabemos desde una temprana edad. Cuando yo era un protoprototipo, los chavales jugábamos fútbol en la calle, salvo el mítico niño "pijo" que no nos acompañaba siempre y solía irse con sus amigotes pijos a jugar un juego llamado TENIS. Ahora los tiempos han cambiado y los pijos en vez de jugar a este último juego ahora juegan a otra variante de tenis (más maricona) llamada PÁDEL y los niños de la calle juegan tenis.
Dejarnos sin la seguridad social es una grave putada. Un vial de insulina (LEVEMIR, ACTRAPID, etc) cuesta unos 80 euros si no tienes ese elemento maligno de poder médico llamado RECETA. Mis pastillas anti-locura y demás desvaríos psicoides cuestan unos 140 euros. Pero la seguridad social está siempre ahí... ayudando a mantenernos sanos...
Por favor... vamos a revelarnos contra todo. Vamos a luchar contra todo. Tenemos fuerzas y TODO ES DE TODOS Y NADA ES DE NADIE.
Un saludo Daniel, y ánimo en
Un saludo Daniel, y ánimo en la batalla del día a día.