La crisis y la forma de salir de ella

La gente no se aclara con esto de la crisis, y los miembros de la Peña Cultural El Embarcadero me piden que dé mi versión de este asunto.

En mi opinión, una crisis social se produce cuando hay una hambruna, cuando aparece una epidemia mortal o cuando llega Godzilla a Tokio destruyendo rascacielos. Si veis hogueras en las calles, calderos colectivos de sopa de pan hervido y carretones llenos de muertos tirados por mulas, hay crisis. Cuando los bares están llenos de bebedores, las carreteras llenas de coches y los supermercados llenos de comida, no hay crisis.

Otra cuestión es la crisis capitalista. ¿Alguien puede creer que porque en EE.UU. unos miles de personas hayan dejado de pagar sus hipotecas, se haya liado la que se ha liado? Evidentemente, todo este follón no es más que un episodio más de la guerra que sostienen los ricos contra los dominados. Un simulacro, un teatro para amarrarlos aún más a las cadenas de la deuda. Es un sarcasmo que las personas que producen todo, cada vez deban más y más a los que no producen nada. Es una buena manera de conseguir que el mayor interés de los pobres, sea trabajar para los ricos.

Amigos de la Peña Cultural El Embarcadero, en nuestro local no hay crisis. El Matías sigue tras la barra con su gorra de capitán sirviendo el vino que producimos. La Papagaya sigue friendo las carpas que pescamos. Y los obreros agrícolas que allí nos reunimos a dispersar nuestras ideas, no percibimos la crisis. No tenemos hipotecas. No tenemos trabajo. No tenemos cuenta corriente. No tenemos salario. Tan solo tenemos el río, el molino de agua, la Cooperativa del Rebatiño y las 90 hectáreas Dehesa del Carrascalito que compraron nuestros antepasados en 1981 por 850.000 pesetas. Gracias a eso no nos falta trigo, aceite, queso de cabra y jamón. Así pues: que le den por culo a la crisis, a los ricos y al subsidio de desempleo.

Que viva la Cooperativa del Rebatiño. Lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno, lo que es de uno es de todos.